La inverosímil Leire Díez

Desde que irrumpió en la vida pública, Leire Díez ha resultado verdaderamente anormal. Pero según pasa el tiempo se va superando. Fue muy grande su declaración de que ella es periodista de investigación, pero que nunca ha publicado nada en ningún sitio. Todo un hito. Luego vimos su currículo laboral en Correos y la empresa Enusa, la Empresa Nacional del Uranio S.A. hasta el año 2000. No se sabe qué conocimiento tenía en ninguna de las dos materias.

Sin duda llegó a ambas por su capacidad como conseguidora. Y esperemos que algún día nos cuenten el papel que jugó en Correos en 2023, cuando la altísima participación en el voto por correo. Díez ha resurgido ahora cuando el fiscal Ignacio Stampa ha difundido la grabación que le hizo a la fontanera del PSOE. Sinceramente, creo que retrata a ambos interlocutores. Salvo que el fiscal hubiera tenido ya una primera conversación con Díez en la que le mostrase sus intenciones de conseguir que cometiese ilegalidades, es muy sorprendente que uno vaya a ver a un fiscal al despacho de un amigo y este le grabe sin mutuo consentimiento.

Pero más sorprendente aún es que Leire Díez tuviera la cachaza de proponer al fiscal que cometiese un delito. Porque no otra cosa es lo que pretendía cuando le dice a Stampa que quiere averiguar –comisionada por el PSOE– qué hay «detrás de todas las irregularidades en gestiones, irregularidades en informes policiales, irregularidades en acciones de algunos miembros de la Fiscalía Anticorrupción…». ¿Cómo pretendía averiguar eso si Stampa no se saltaba el secreto del sumario? Lo primero que uno piensa cuando escucha la presentación que hace Díez a Stampa es que se está tirando un farol. Resulta todo un tanto inverosímil. Pero hay un hecho que vuelve esto de otro color. Siendo tan grave como es lo que Leire Díez pretendió hacer en nombre del PSOE, ¿cómo es posible que a estas horas el partido no se haya querellado contra ella todavía? ¿A quién tiene la fontanera agarrado por la entrepierna? Por poner un ejemplo, Patxi López, siempre tan presto a descalificar a todo el mundo, se ha cuidado muy mucho de decir nada negativo de Leire Díez.

Yo no sé qué secretos guarda Leire Díez de la trastienda del PSOE. Lo que sé es que se movía por ella con toda diligencia. Y que tenía una enorme influencia sobre Santos Cerdán, si es que no era, de verdad, su mano derecha. Relación estrechísima que se puso de manifiesto cuando Díez decidió entregar los frutos de su labor como «periodista de investigación» a Santos Cerdán. Algo verdaderamente pasmoso. Un periodista de investigación procura publicar sus hallazgos. Ya sea en un medio de comunicación o en un libro. O, en última instancia, se los entrega a la Policía o al juez. Lo de dejárselo al Partido Socialista no cuadra. Salvo que Leire Díez hubiese sido contratada por el PSOE como detective privada para meterse en las sentinas llenas de corrupción a ver qué averiguaba. Pero, francamente, me reconocerán a estas alturas que Leire Díez tiene menos talla profesional que Mortadelo y Filemón. Ahora, lo que hay que saber es por qué el PSOE no la denuncia.