Contentar al nene
Una de las estaciones de tren más importantes de Europa lleva el nombre de la difunta esposa y amante compañera del nene caprichoso. Una escritora profundamente feminista cuyo hallazgo literario, fue envidiar a unas monjitas y justificar la violación previa a su muerte
Cuando Illa duerme del lado derecho, es un nacionalista más. Y cuando elige el izquierdo, es un separatista camuflado. No me interesa absolutamente nada la concesión del Premio Blanquerna que concede la Generalidad de Cataluña para compensar las lágrimas del niño. Pero como Illa es muy bueno, si al poeta –por llamarlo algo– de Granada últimamente le han zarandeado culturalmente, el Premio Blanquerna, que es el premio de la concesión oficial catalana, le ha dado al nene un premio que implica la complicidad.
El chupete se lo ha llevado el poeta cenizo con un solo fin, que alguien se lleve de Cataluña, algo que no se haya llevado Messi. Se ha fotografiado con el feísimo objeto que garantiza la posesión –siempre con su falsa sonrisa puesta– pero con muchas advertencias en la mirada.
Yo siento lo que está experimentando el cenizo viudo porque me sucedió algo parecido.
No había convocatoria para ganar La Rosa de Oro de Ortigosa del Monte. Curiosamente, el jurado del premio La Rosa de Oro de Ortigosa del Monte lo presidía Don Rosauro Ussía Medellín, primo hermano de mi padre. Los vocales estaban compuestos por Amador Ussía Medellín y Doña Jesusa Rodrigáñez, viuda de Don Atanasio Ussía Medellín.
Al importante premio aspiraron dos poetas. Uno muy mayor, a punto de doblar la servilleta, y otro muy jovencito, que por lo menos se conocía las normas de la métrica y la rima. Y ganó el jovencito: Yo.
Ahí me di cuenta de la importancia que tiene ganar un premio literario con injusticia. De ahí que mi bondad se conmueva al comentar la innegable unión que conforman el no saber casi nada de todo o no saber nada de nada.
El viudo del Mulhacén nos está dejando demasiadas huellas para terminar borrándolas.
Una de las estaciones de tren más importantes de Europa lleva el nombre de la difunta esposa y amante compañera del nene caprichoso. Una escritora profundamente feminista cuyo hallazgo literario fue envidiar a unas monjitas y justificar la violación previa a su muerte. Algo que ha callado toda la izquierda. De acuerdo con todo ello, como no tengo más estómago para felicitar al Nene de las Nieves, solo me queda esperar que en próximas ediciones Illa renuncie a dormir volteado hacia la izquierda, y lo haga hacia la derecha.
En el primero de los casos, Illa seguirá haciendo tonterías folklóricas catalanas, y por el lado derecho, puede incluso que le llegue a las uñas de los pies del muy honorable Josep Tarradellas.
¡Chúpate esa nene!