Fundado en 1910
Vidas ejemplaresLuis Ventoso

Estás como Bruce Willis en aquella película

Mantienes la suficiencia, el tono chuleta y un poco faltón, y sigues faltando a la verdad con soltura, pero todo el mundo sabe que estás políticamente muerto

Act. 11 dic. 2025 - 12:07

A estas alturas, no voy a reventarle a nadie la extraordinaria sorpresa final de la obra maestra de M. Night Shyamalan, el director indio-estadounidense de nombre lioso y universo inquietante. El sexto sentido se estrenó hace ya 26 años y todo el mundo conoce la historia. Bruce Willis, magnífico, como en tantas películas, ha muerto. Pero él todavía no lo sabe. Camina por las calles, habla, hasta cree que puede solucionar problemas. Pero en realidad está muerto. Es un espectro que se pasea por el universo de los vivos sin peso e influencia alguna, pues ya no es nadie en el mundo terrenal.

Te vi ayer en la sesión de control, en pleno show de demacrada chulería, y me acordé de aquella sugerente película. Aunque lo tuyo es peor que lo de Bruce Willis, porque intuyo que tú sí sabes que estás muerto. Eres muy consciente de que todo es una impostura agónica, que no va a ningún sitio. Se trata solo de conservar el poder lo que se pueda para amedrentar a jueces y policías e intentar proteger a tu familia (quizá incluso a ti mismo). Mantienes la suficiencia altiva, el tonillo castigador y las carcajadas destempladas. Sigues faltando a la verdad con soltura. Tus fámulos, desde los ministros al lamentable Pumpido, pasando por el coro de periodistas-botafumeiro, intentan mantener el decorado de cartón piedra, fingir que todo es normal. Pero se ha abierto la espita y la roña fluye ahora a cañón abierto. Arrearles a todas horas a Ayuso y Mazón en tus televisiones no va a salvarte.

Te desayunaste este miércoles con la noticia de Nacho Abad que abría El Debate: un nuevo y pestilente caso de abusos sexuales en el PSOE, esta vez a cargo del presidente de la Diputación de Lugo, un escándalo de nuevo ocultado por la jerarquía del «partido feminista». Pero a la hora del café ya recibías otro directo a la mandíbula: la detención de Leire, la fontanera que en la etapa de Cerdán removía las cloacas para intentar desacreditar a la UCO a fin de proteger a tu mujer, la imprudente catedrática universitaria, hoy cuádruple imputada. Y a la hora de la siesta era detenido el expresidente de la SEPI, tras amasar una fortuna gracias a pasar por tu corrupta administración.

Ya no tendrás un día bueno. ¿Por qué afloran precisamente ahora unos casos de abusos que estaban ahí enquistados desde hace tiempo? ¿Por qué se airea el escabroso machismo que impera en el mismísimo núcleo duro de tu equipo monclovita? ¿Por qué se va resquebrajando la ‘omertá’ del PSOE? Pues porque te están perdiendo el respeto. Saben que estás de salida, que eres un pato cojo (o más bien laqueado). Es algo propio de la condición humana: la gente se aparta del perdedor, comienza raudo a recolocarse.

Te queda todavía la facultad de regalar lucrativos y cómodos destinos (véase ese gerente socialista, filósofo de formación, al que colocaste de presidente en la empresa nacional del uranio, con sueldo de 240.000 euros y tras echar a un ingeniero para hacerle el hueco). Te queda la capacidad de tapar las vergüenzas con dinero, como el apaño que le presentasteis a tu amigo Salazar, ofreciéndole contratos con el PSOE si tras dejar la Moncloa por sus desmanes sexuales montaba una consultora-chiringuito y enmudecía (¿iba de eso su sorprendente comida con Pilar Alegría?). Te quedan el cañón televisivo y el leal Pravda, que será bien recompensado por sus servicios. Te queda la infamia de Pumpido como tribunal de casación del Supremo. Te queda Tezanos y sus guisos. Te queda un 28% de los votantes, que se han abonado al tremendo principio de «lo que sea con tal de que no gobierne la derecha». Pero estás políticamente KO.

Jugando limpio, tu mayoría con los comunistas y los separatistas antiespañoles ya no suma. Solo podrías sobrevivir en las urnas con un pucherazo a lo chavista (y tú eres un demócrata acreditado, así que esa hipótesis queda descartada). Así que déjalo. Hazte y haznos un favor. Queda mucho todavía por aflorar y no vas a salir ileso.

comentarios

Más de Luis Ventoso

tracking

Compartir

Herramientas