Feminismo
El Ministerio de Igualdad, este sí creado por cuota a un partido político para conseguir ese Gobierno de coalición que elevaría a Sánchez a la Presidencia, pareció ser en lugar de Igualdad, de la Soledad
No es eso; no es esto. Así lo siento y lo escucho, lo vivo; hombres y mujeres con los que hablo, en declaraciones, escritos, evidencian no estar de acuerdo con un feminismo divisorio y excluyente.
Esta izquierda, cierta izquierda, se ha apropiado del concepto de feminismo; recuerdo tiempos en que no fue así, y que juntos desde todos los espectros políticos luchamos por la igualdad. El feminismo no debe ser ideologizado, ni dividir a la sociedad. Desafortunadamente el 8 de marzo la división se ha escenificado ampliamente. Se criminaliza al hombre trastocando el principio esencial de la igualdad, se conculca la presunción de inocencia. Y se condena a los que piensan diferente.
No es reivindicación el exagerado griterío que insulta, vocifera e incurre en eslóganes y cantos soeces y dañinos; producen desagrado y repulsa. En este 8 de marzo, conmemoración del Día Internacional de la Mujer, han marchado, se han manifestado divididas y se ha visto además un inmenso bajón en la asistencia a las manifestaciones. Es patente la abstención ante estas erráticas celebraciones, de millones de mujeres que no participan: mayoría silenciosa. El feminismo ha sido siempre la lucha de las mujeres por la igualdad en libertad; no puede celebrarse la discriminación de ningún tipo.
Imposible que pase desapercibido a ninguna mujer este día en el que habría que celebrar lo logrado en la lucha de años; los avances y cambios en la sociedad en la situación de las mujeres son casi asombrosos. También es un día para reivindicar, pues la lacra de la violencia de género persiste, queda todavía un cierto machismo latente; reivindicar también la igualdad salarial. Sin embargo, hay que recordar a aquellas que hoy se apropian de feminismo y no reconocen lo logrado que la Ley 8/1980 consagró la igualdad de hombres y mujeres; podríamos recordar muchas otras leyes, como la Ley Orgánica 3/2007 para la Igualdad efectiva de Hombres y Mujeres; así pues las leyes están, existen, es la sociedad la que ha de adecuarse. Siempre a favor, nunca en contra, ni exprimiendo la realidad con presiones inadecuadas.
Tendrán que preguntarse los miembros del Gobierno por qué en cuatro años de puro orden y mando los resultados son tan negativos, los casos de violencia son cada vez mas sangrantes, hasta grupales y siendo en muchas ocasiones menores quienes delinquen; las mismas estadísticas reconocen el aumento de machismo entre los jóvenes. Señora Montero, señora Pam, señor presidente que autoriza, ¿se preguntan por qué?
Escuchen a Montesquieu: «Las leyes inútiles debilitan a las necesarias» o también; «la libertad es el derecho de hacer lo que la ley permite».
Día Internacional de la Mujer: celebrar, reivindicar, recordar; no hemos llegado hasta aquí por lo que haya hecho ese mal llamado Ministerio de Igualdad que, como hemos dicho, divide, discrimina e impone, sino por los muchos años de lucha que hay detrás. El término feminismo se acuñó en 1890. En vísperas de la Primera Guerra Mundial en Inglaterra nació un fuerte movimiento de luchadoras por la dignidad de las mujeres que afrontaron perder sus trabajos, sus hijos, encarcelamientos y hasta sus vidas; lucha real y valiente. Terrible contraste con este pseudofeminismo actual en España. «Quiero ser libre, no quiero ser valiente» uno de los eslóganes de las manifestantes de este 8 de marzo en Madrid. Revelador. Valientes aquellas sufragistas, peleando por el derecho al voto de las mujeres. En 1918 lo consiguieron en Inglaterra, pero solo podían votar las mayores de 30 años y con rentas. Las sufragistas de Estados Unidos consiguen ese derecho vetado a las mujeres en 1920. Por cierto, Nueva Zelanda fue el primer país en que las mujeres obtuvieron el derecho de sufragio, 1893. Lucha por derechos, no por ideologías.
En España hay que resaltar el enorme trabajo y esfuerzo, así como preparación, de Clara Campoamor. Trabajó sin descanso por el sufragio femenino que consiguió en octubre de 1931. Recomendable leer su discurso del 1 de octubre de ese año ante otra ilustre oponente, mujer y feminista, Victoria Kent, que tristemente votó en contra de ese derecho, como lo hizo su partido, la izquierda. 161 votos de la derecha contra 131 de la izquierda.
Las mujeres votaron por primera vez en España en 1933, por tanto, este año se cumplen 90 de ese hito. ¿No quieren recordarlo?
Me parecía importante escribir en el 8 de marzo para, como hemos dicho, celebrar los avances conseguidos felicitando a esa generación de abuelas y madres y ahora también sus hijas, que con mucho esfuerzo, sacrificio, estudios, trabajo, en todos los lugares, incluido el mundo rural donde el trabajo de la mujer ha sido fundamental y no suficientemente reconocido, ocupan hoy lugares destacados y no conseguidos por cuotas o prebendas. Sin embargo, decidí esperar para ver qué ocurriría en lo que deberían ser fecha de celebración para las mujeres, porque ya la víspera, 7 de marzo, no presagiaba nada bueno por la bronca en el Parlamento, precisamente entre miembros de la coalición que soporta a este Gobierno. Lo allí dicho y las imágenes pasarán a la historia.
El Ministerio de Igualdad, este sí creado por cuota a un partido político para conseguir ese Gobierno de coalición que elevaría a Sánchez a la Presidencia, pareció ser en lugar de Igualdad, de la Soledad. Se debatía y había que votar la reforma de la malhadada ley llamada del 'sólo sí es sí', ley estrella del ministerio de Irene Montero que ha causado daños irreparables, con mas de 700 delincuentes-violadores que han visto sus penas rebajadas, decenas en la calle, con previsión de otros más y con el agravante de que la ley ha de seguirse aplicando incluso a futuros criminales, pues no se podrá aplicar modificación alguna con efectos retroactivos.
Algo tan importante no pareció serlo para el presidente y sus ministros, aun cuando ellos habían aprobado esta ley, no se presentaron en el Congreso para votar la modificación. Actitud irresponsable, cuanto menos. Contrastaba la imagen actual con la de tan solo unos meses antes, el 25 de agosto de 2022, cuando se aprobó la ley. Antes, abrazos entre Pedro Sánchez e Irene Montero, fervientes aplausos de la izquierda del hemiciclo. Ahora, Irene Montero e Ione Belarra, abandonadas por los suyos, incluyendo a los ministros Garzón y Yolanda Díaz, que lo son por el dedo de Podemos. Recordaba la actitud al título de la película Novia a la Fuga, pero también a su cántico del día siguiente: «Quiero ser libre, pero no valiente». Claramente este Gobierno no está formado por leales, ni valientes.
Las perspectivas pues para el 8 de marzo se confirmaron; manifestaciones diferentes, ministras del PSOE por un lado y Podemos por el otro, enfrentamiento total y gritos y eslóganes vergonzantes que no quiero ni reproducir. Mencionar por lo vergonzoso el video enviado por la secretaria de Estado, Sra. Pam, riéndose al mismo tiempo que recogía unos gritos haciendo referencia a la lástima que sentían de que no hubiese abortando la madre de Abascal; frases repudiables, inexplicables y bochornosas, más aún viniendo de un miembro del gobierno en contra de un diputado y presidente de uno de los partidos políticos de la oposición. Puede explicarse que no dimita la señora Pam, pues cobra 120.000 euros al año, pagados por todos, pero no tiene explicación alguna que no la cese el Sr. presidente. No olvidemos que la ministra Irene Montero, dispone, maneja, un presupuesto anual de 573 Millones de euros que este año ha sido aumentado en 47 millones de euros. Tal abundancia explica que pueda malgastar en los innecesarios e incompresibles anuncios publicados a página completa en varios diarios el 10 de marzo. Sobre las fotografías las siguientes frases: «Por una educación sexual para la igualdad» y «ahora que ya nos veis, hablemos de feminismo». Ni las fotos ni las frases merecen comentarios. No quiero ni juzgarlas.
El mismo día 10 se anunció nuevo viaje a Nueva York de la ministra y su grupito. Una vez más, me quedo sin comentarios. Ahí va el dinero de nuestros impuestos.
El panorama desolador de los citados días de marzo pretende taparlo el presidente Sánchez, como es habitual, sin buscar soluciones, pero cambiando de tema. En este caso, la novedad es la ley anunciada el 9 de marzo para garantizar la paridad en el ámbito de la empresa, incluso en los órganos de decisión. Esperemos que no posterguen a los mejores. Debería primar el trabajo, la excelencia y la profesionalidad y no la discriminación, aunque eufemísticamente la llamen positiva. Discriminación dice el diccionario es diferenciar, distinguir, relegar.
Carmen Lovelle Alen fue senadora