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18 de abril de 2024

TribunaIgnacio Catalá

Ir con todo de farol

Sánchez ha decidido «ir con todo» al 23 de julio, apostándolo a una mano como signo de fortaleza, cuando toda España sabe que está desesperado y va de farol

Actualizada 01:30

Hay una jugada en el póker llamada «ir con todo» (all-in en inglés) que consiste en apostar todas las fichas a una sola mano. Es una maniobra arriesgada, que pretende poner al resto de jugadores entre la espada y la pared ante la tesitura de ganar o perderlo todo. Generalmente quien fuerza un all-in va de farol o está desesperado.
Sánchez procedió el pasado lunes a convocar elecciones generales tras una campaña electoral que asumió como un plebiscito sobre su persona, y que ha acabado con el mayor batacazo electoral regional del PSOE en democracia. Nunca la izquierda había perdido tanto voto y tanto poder institucional de golpe. La razón es exclusivamente Sánchez.
Puede que la única verdad que hayamos escuchado al presidente en los últimos años es cuando dijo que «magníficos alcaldes socialistas iban a ser desplazados». Y es que, ciertamente, numerosos alcaldes que, en circunstancias normales habrían revalidado su cargo, han recibido en carne propia un castigo electoral dirigido al líder del PSOE.
La pregunta que cabe hacerles es ¿acaso esperaban otro resultado?
Desde que llegó al poder a través de la moción de censura, día del nacimiento del Frankenstein, el presidente Sánchez ha cabalgado la realidad manteniendo una relación oblicua con la verdad y coincidente con todos aquellos que quieren una España peor. Lo primero ha sumido a su figura en un descrédito nunca visto y lo segundo ha supuesto decisiones inasumibles, incluso y, sobre todo, para el votante tradicional socialdemócrata.
Carece de sentido enumerar todas y cada una de sus mentiras, de sus cambios de opinión, si lo prefieren. Lo que no conviene olvidar son sus acciones, las cuales, precisamente, han llevado a la debacle socialista en todas las regiones y ayuntamientos. Los pactos con Podemos, los indultos, la supresión de la sedición, los violadores, los estados de alarma ilegales o el blanqueamiento de Bildu-Batasuna son sólo las más escandalosas decisiones entre muchas otras que han ido alejando al votante socialista de un proyecto que puso el tacticismo por delante de los principios.
Y es que todo el proyecto del partido sanchista durante los últimos cinco años ha sido la supervivencia política del líder a costa de lo que fuera, sin matices. Manual de Resistencia.
En descargo de los barones y dirigentes socialistas debe decirse que ya le intentaron neutralizar y sin embargo volvió aclamado por las bases y más fuerte que nunca. Sin embargo, el haber cedido con sumisión a ejercer cualquier tipo de contrapeso, les hace corresponsables de la histórica derrota electoral del domingo.
Pero las autonómicas y municipales son ya prehistoria porque fiel a su carácter arrogante, soberbio y no carente de chulería, Sánchez ha decidido «ir con todo» al 23 de julio, apostándolo a una mano como signo de fortaleza, cuando toda España sabe que está desesperado y va de farol.
  • Ignacio Catalá es administrador civil del Estado y diputado del PP en la Asamblea de Madrid
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