
Fotografía de archivo
La nueva asignatura de Religión comprometida con la ecología integral y la lucha contra la desigualdad
La propuesta de la Conferencia Episcopal Española para Infantil, Primaria y ESO luchará contra la pobreza, la violencia y la injusticia
«Hacia un nuevo currículo de Religión Católica.
Un diálogo entre todos y para todos». Bajo este lema, la comisión episcopal para la Educación y la Cultura ha abierto la segunda fase consultiva a propósito de la asignatura de Religión, en revisión de los últimos borradores de cara a su integración, con las modificaciones solicitadas desde el gobierno, en la LOMLOE.
«La propuesta del currículo de Religión Católica se propone para todo el Estado», rezaba la presentación que desde la comisión de la Conferencia Episcopal Española han hecho público en el día de ayer y que espera, hasta el 21 de octubre, sumar a familias, profesores, congregaciones e institutos religiosos, así como asociaciones y sindicatos, en las observaciones a los documentos presentados de cara al currículo de Religión en Infantil, Primaria y Educación Secundario Obligatoria.
Según ha informado en un comunicado la CEE, más adelante se publicará también la propuesta de currículo de Bachillerato, una vez que el Ministerio Educación dé a conocer sus borradores.
«Con ello deseamos ponernos a la escucha de todos los agentes educativos relacionados con la enseñanza religiosa escolar y acoger posibles modificaciones que, en su caso, serán aprobadas por la CEE antes de su presentación al Ministerio para la publicación en el BOE, siguiendo el procedimiento habitual en estos casos», señala. Este borrador recoge las competencias específicas, criterios de evaluación y saberes básicos de la asignatura de Religión.
Así, en la ESO, la asignatura busca la implicación de los jóvenes «en la transformación social y el logro del bien común» y se identifica con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Por eso, uno de los objetivos de la asignatura será el de desarrollar destrezas y actitudes que permitan mejorar la convivencia, aprender a vivir con otros y contribuir a la fraternidad universal y la sostenibilidad del planeta.
El desarrollo de esta competencia -apunta la CEE- asume como propias todas las situaciones de exclusión o pobreza, de violencia o injusticia, de desigualdad entre varones y mujeres y propone la erradicación de esos problemas.
En Primaria, el currículo busca, entre otras cosas, ayudar a los niños a identificar e interpretar las situaciones que perjudican o mejoran la convivencia.
Y uno de los aprendizajes esenciales del área de Religión consistirá en el «análisis y la denuncia de las situaciones de exclusión, injusticia o violencia para proponer oportunidades de inclusión para todos, especialmente para las personas más necesitadas».
También busca proporcionar los criterios para la denuncia de todas las situaciones de marginación o desigualdad entre varones y mujeres y propone valores morales para su superación y la construcción del bien común.
Otra de las competencias de este ciclo consistirá en comprender los contenidos básicos del cristianismo y valorar su contribución a la sociedad para disponer de una «síntesis personal que permita dialogar con otras tradiciones religiosas y áreas de conocimiento».
Y busca ayudar a los menores a poner en marcha acciones responsables que favorezcan la construcción de un mundo más equitativo e inclusivo. En el segundo ciclo de Educación Infantil (3-6 años) establece el objetivo de «descubrir, desarrollar y expresar la identidad personal a través del conocimiento de su cuerpo y el desarrollo de sus capacidades afectivas».