Juan José Omella ha invitado a sus feligreses a mirar más allá de su problemas cotidianos
Juan José Omella invita en su carta dominical a «dirigir la atención a los países del tercer mundo»
El presidente de la Conferencia Episcopal (CEE) y arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, pide «frenar la desigualdad» y «poner la mirada» en los países más desfavorecidos
En su carta dominical de esta jornada, titulada «Frenemos la desigualdad», el cardenal Omella recuerda que el próximo domingo, día 12, la Iglesia celebra la Jornada Nacional de Manos Unidas, que este año tiene como lema «Frenar la desigualdad está en tus manos».
Por este motivo, el prelado invita a sus feligreses «a poner la mirada más allá de nuestros problemas cotidianos» y «dirigir la atención a los países del tercer mundo».
«Si nosotros estamos padeciendo las consecuencias de la crisis económica y social provocada por la covid y por la guerra en Ucrania, imaginaos cómo debe ser la situación en los países más desfavorecidos», escribe Omella.
El arzobispo recuerda en su carta dominical que la ONG católica Manos Unidas se creó en 1959 «gracias a la gran sensibilidad de un grupo de mujeres de Acción Católica al conmoverse ante el drama del hambre en el mundo».
En 1955, este grupo de mujeres redactaron un manifiesto donde expresaron su voluntad «de trabajar incansablemente para erradicar el hambre, especialmente en los países en vías de desarrollo» y «con valentía y generosidad, unieron sus corazones y sus manos y declararon la guerra al hambre».
«Lo hicieron –resalta el arzobispo– sensibilizando a la sociedad, pidiendo solidaridad e iniciando una impresionante cadena de ayuda humana que ha pervivido hasta nuestros días».
Según Omella, «el lema escogido por esta organización de la Iglesia católica responde muy bien a lo que alertan los medios de comunicación sobre el empobrecimiento de la población mundial. Se apuntan como causas la inflación de precios, disparada por la guerra de Ucrania, y la subida general de los tipos de interés».
Las fundadoras de Manos Unidas «que agitaron los corazones adormecidos para hacer el mundo un poco más humano
«Esta inestabilidad económica lleva consigo un riesgo continuo de tensiones sociales, un temor que nos mantiene intranquilos, incluso más que las temibles consecuencias de la crisis medioambiental», asegura el presidente de los obispos españoles.
Monseñor Omella subraya que «para hacer frente a esta creciente desigualdad que afecta de manera más grave a los países subdesarrollados, en todas las parroquias y centros de culto de España tendrá lugar la colecta en favor de Manos Unidas» e invita a todo el mundo «desde ya mismo a colaborar económicamente» con esta oenegé.
El cardenal acaba su carta dominical ensalzando la labor de las fundadoras de Manos Unidas «que agitaron los corazones adormecidos para hacer el mundo un poco más humano. Una labor que sigue y seguirá, siempre y cuando nosotros sigamos colaborando para frenar la desigualdad y el sufrimiento de muchas personas condenadas por la pobreza e incomprensión».
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