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Pope Leo XIV  (C) greets people as he arrives for a two-week stay in the summer papal estate in Castel Gandolfo, 40 km southeast of Rome, on July 6, 2025. The newly elected Pope Leo XIV, revives a long-standing papal tradition paused under Francis, as Castel Gandolfo prepares to welcome a pope for the first time in over a decade. (Photo by Andreas SOLARO / AFP)

León XIV saluda a la gente a su llegada para una estancia de dos semanas en Castel GandolfoAFP

¿A qué dedica el Papa sus días de vacaciones?

Lejos del ritmo frenético de Roma, León XIV pasará sus primeras vacaciones recuperando fuerzas antes de un segundo semestre que se anticipa intenso, marcado por decisiones clave que definirán el rumbo de su pontificado

Fue motivo de numerosos titulares la llegada de León XIV a Castel Gandolfo: después de más de una década, un Papa volvía a veranear en este pequeño pueblo situado a 30 kilómetros de Roma. Ahora bien, con una diferencia significativa: no entró en el Palacio Apostólico, como hicieron tantos de sus predecesores.

Ese edificio, que el Papa Francisco decidió abrir al público como museo al renunciar a pasar allí los veranos, seguirá abierto a los visitantes durante la estancia de León XIV, quien se aloja en el cercano Palacio Barberini, a pocos metros de la histórica residencia papal, en la que será su primera estancia veraniega fuera de Roma.

Sin agenda oficial, pero con planes definidos

Las vacaciones del Papa, sin embargo, no serán una pausa total. A lo largo de estas semanas, León XIV combinará el descanso con trabajos 'pendientes', algunas apariciones públicas y, por supuesto, también algo de deporte. Según su amigo y prior general de los agustinos, el padre Alejandro Moral, el Papa también aprovechará este tiempo para avanzar en la redacción de su primera encíclica, según adelantó al diario Il Messaggero.

Durante este tiempo, no hay encuentros, audiencias ni discursos públicos previstos, aunque este miércoles recibió al presidente de Ucrania, con quien abordó el curso de la guerra y la urgente necesidad de impulsar «procesos de paz justos y duraderos».

Por lo demás, la agenda del Papa se reduce al mínimo: el rezo del Ángelus dominical —los días 13 y 20 de julio y 17 de agosto, desde el balcón del Palacio Apostólico— y tres celebraciones de la Santa Misa abiertas al público.

La primera será el 13 de julio en la parroquia de Santo Tomás de Villanueva, en el mismo pueblo, donde se venera al santo agustino cuya reliquia cuelga de la cruz pectoral del Pontífice. La segunda, el 20 de julio, lo llevará a la catedral de Albano, diócesis a la que pertenece Castel Gandolfo. Y la tercera será el 15 de agosto, fiesta de la Asunción, en una misa al aire libre en la plaza del pueblo.

Reflexión y decisiones en el horizonte

Aunque por ahora se desconoce el contenido de la encíclica, se barajan temas como la paz, la unidad, la doctrina social de la Iglesia o incluso la inteligencia artificial. Según el padre Alejandro Moral, el objetivo durante estas semanas será «elaborar la estructura principal del texto» un trabajo que León XIV habría decidido afrontar en el clima más sereno de Castel Gandolfo.

También se espera que el Santo Padre utilice estas semanas para preparar discursos clave —como los del Jubileo de la Juventud— y reflexionar sobre futuros nombramientos, en una etapa del pontificado donde se anticipan cambios relevantes en la curia y el gobierno de la Iglesia.

El descanso, también necesario

Aunque con una agenda más liviana, no todo será trabajo. Alejandro Moral también subrayó la importancia de este tiempo para que el Pontífice recupere fuerzas antes de un segundo semestre «pesado y densísimo». Y entre esas pausas, también hay espacio para el deporte.

El Papa, conocido aficionado al tenis, ha podido jugar solo una vez desde su elección. Durante estos días tendrá acceso a las instalaciones deportivas del complejo, que incluyen pista de tenis y piscina cubierta.

Lejos del foco mediático, León XIV disfrutará de unos días sin actos públicos, aunque no del todo alejado de los fieles. Antes de partir hacia Castel Gandolfo el pasado 6 de julio, expresó un deseo en el Ángelus de la Plaza de San Pedro que bien podría aplicarse a él mismo: «Que todos puedan disfrutar de un tiempo de vacaciones para renovar el cuerpo y el espíritu». Un mensaje revelador de su intención para este verano: hacer una pausa, sin detener el camino.

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