Los productos de limpieza más peligrosos para la salud

La limpieza de nuestro hogar es fundamental para nuestra saludGTRES

Limpieza

Las zonas de la casa que siempre olvidas limpiar (y acumulan más gérmenes)

Es importante limpiar con regularidad nuestra casa para evitar problemas de salud

La higiene de nuestro hogar es, sin duda, un factor determinante en nuestra salud, tanto física como mental. Una casa limpia reduce el riesgo de enfermedades, mejora la calidad del aire, reduce el estrés y contribuye a un ambiente más seguro y acogedor. Además, la limpieza regular ayuda a eliminar el polvo, alérgenos y bacterias que pueden causar todo tipo de problemas respiratorios y enfermedades infecciosas.

Es posible que realices limpiezas semanales o incluso diarias de tu casa. Sin embargo, hay rincones que regularmente olvidas y que, por tanto, tienden a acumular más gérmenes perjudiciales para la salud.

Zonas del hogar que acumulan más gérmenes

Entre las zonas y rincones de nuestro hogar que tienden a acumular más gérmenes encontramos:

  • Puertas y picaportes. A lo largo del día tocamos estas superficies en incontables ocasiones para pasar de una estancia a otra. Sin embargo, muchas veces olvidamos limpiarlos, aunque sea mínimamente. Basta con una solución de agua y jabón para dejarlos relucientes.
  • Fregadero y grifos. Son puntos de contacto con manos sucias que acumulan residuos de comida, el caldo de cultivo perfecto para la proliferación de gérmenes y bacterias. Es posible que, una vez termines de fregar los utensilios de tu cocina, no le des un repaso a los grifos ni al fregadero. No debes olvidarlo.
  • Trapos y esponjas. Una vez utilicemos los trapos y esponjas de limpieza, es fundamental escurrirlos correctamente y sustituirlos cada cierto tiempo. La humedad favorece la aparición de todo tipo de gérmenes.
  • Cubiertas y tablas de cortar. Pueden estar contaminadas con restos de alimentos y bacterias.
  • Toallas húmedas. Como ocurre con los trapos y las esponjas, las toallas húmedas en espacios cerrados pueden también favorecer la proliferación de bacterias. Es indispensable cambiarlas frecuentemente, especialmente si vamos a estar en contacto con ellas de forma diaria.
  • Sofás y alfombras. Aunque normalmente limpiamos la superficie de los muebles de madera o de cristal, olvidamos aquellos recubiertos de tela, como es el caso de los sofás o algunas sillas. La tela, también la de superficies como las alfombras o las cortinas, tiende a acumular polvo, ácaros y bacterias.
  • Regletas. Las regletas y otros dispositivos electrónicos que permanecen enchufados en nuestras paredes tienden a acumular polvo. Recuerda desenchufarlos con frecuencia para limpiarlos con un trapo de microfibra y alcohol isopropílico.

Otras zonas, como el lugar en el que guardamos los cepillos de dientes o el cubo de la basura, también requieren de una limpieza que, en ocasiones, olvidamos. Ser minuciosos con esta tarea puede hacernos ganar en calidad de vida al permitirnos vivir en un entorno más sano.

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