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17 de mayo de 2024

Turistas en la catedral de Salzburgo

Turistas en la catedral de SalzburgoAFP

Coronavirus

Austria comenzará febrero con el total de su población desconfinada

El confinamiento supone que los ciudadanos no vacunados solo podían salir de sus viviendas para determinados fines

Los contagios no haces más que crecer en toda Europa, sin embargo, el Gobierno austriaco ha anunciado en la mañana del miércoles el desconfinamiento de los no vacunados tras la caída de la presión hospitalaria.
El pasado 19 de noviembre el canciller conservador, Alexander Schallenberg, anunció el confinamiento total de la población, tanto vacunados como no vacunados. Aunque los contagios seguían al alza, un mes más tarde Austria levantó el confinamiento para las personas que sí se habían inoculado la dosis completa contra la COVID-19
El fin de esta medida llega de la mano con la vacunación obligatoria, que a pesar de haber generado grandes protestas finalmente ha sido anunciada por el canciller federal, el conservador Karl Nehammer, y el ministro de Sanidad, el ecologista Wolfgang Mückstein.
El confinamiento produjo malestar ciudadano, pero, según Nehammer «resultaba inevitable por razones de política sanitaria». El Gobierno para salvaguardar la seguridad de sus ciudadanos siguió las recomendaciones de un grupo de expertos el cual consideró que el confinamiento ya no era necesario debido a la gran bajada de la ocupación de las camas uci.
El anuncio se hizo público cuando Austria marcó un nuevo máximo de contagios, con más de 30.000, aunque Mückstein vaticinó que el pico de la nueva ola causada por la variante sudafricana ómicron llegará al país en dos semanas.
El confinamiento supone que los ciudadanos no vacunados solo podían salir de sus viviendas para determinados fines, como compras de primera necesidad, ir al médico, ayudar a terceras personas o pasear y hacer ejercicio al aire libre.

Las medidas de seguridad continúan

A pesar del fin de confinamiento, se requiere un certificado covid que muestre la doble dosis de la vacuna o haber superado el virus para acceder a bares, restaurantes peluquerías, y la mayoría de los servicios del país. En los comercios el certificado covid se exige desde el 11 de enero, y en las tiendas que no cuentan con seguridad privada deben ser los propios dependientes los que controlen la documentación.
Esa situación ha llevado a que los sindicatos austríacos hayan pedido este miércoles que se elimine ese requisito debido al aumento de agresiones contra los trabajadores que deben hacer los controles de acceso.
Algunos expertos en derecho constitucional también han puesto en duda limitaciones tan amplias que impiden que los no vacunados puedan, por ejemplo, entrar a una tienda para comprarse zapatos.
El Parlamento de Austria aprobó la semana pasada una ley que obliga a los mayores de 18 años residentes en el país a vacunarse contra la COVID-19 e impone multas de hasta 3.600 euros por ignorar la norma, que cuenta con amplio respaldo político, pero que ha provocado gran polarización.
Estas medidas se han tomado para elevar la tasa de vacunación en Austria, donde el 72 % de la población cuenta con la pauta completa.
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