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27 de abril de 2024

Putin, frente a la Tumba al Soldado Desconocido, en Moscú

Putin, frente a la Tumba al Soldado Desconocido, en MoscúGTRES

COVID-19

La fortuna que gasta Rusia para proteger a Putin del coronavirus

Todos aquellos que se quieran acercar al líder ruso tienen que pasar por estrictas cuarentenas para garantizar que no contagian el coronavirus

En plena invasión de Ucrania, Rusia sigue gastando una verdadera fortuna en la salud de Vladimir Putin hasta el punto de que todos aquellos que se quieran acercar al líder ruso tienen que pasar por estrictas cuarentenas para garantizar que no contagian el coronavirus.
A pesar de que el resto de países está comenzando a relajar las medidas contra el SARS-CoV-2, Rusia sigue en su burbuja. Para empezar, cualquier persona invitada a estar en un radio de un kilómetro de Putin, debe pasar dos semanas de cuarentena.
Además, se deben someter a, al menos, cuatro pruebas contra el coronavirus e incluso muestras de heces, según cuenta la BBC.
Un general retirado de 94 años que participó en el desfile del Día de la Victoria el pasado 9 de mayo explicó que tuvo que pasar dos semanas de cuarentena en un hotel de Moscú para poder acceder a las celebraciones en la Plaza Roja de la ciudad.
Según los datos del propio Gobierno, Rusia gasta alrededor de 57 millones de euros en proteger a Putin a través de estas medidas.
«Es imposible juzgar si el presidente urso tiene problemas de salud, lo más probable es que sean precauciones de seguridad», explica Mikhail Femderman, un médico israelí que hasta 2014 residió en Rusia.
Con el desarrollo de las vacunas, las medidas a nivel mundial se fueron relajando, pero no así en Rusia. De hecho, las pruebas siguen siendo obligatorios para todos aquellos que se acerquen al mandatario a pesar de que él mismo ha recibido ya la dosis. Al del coronavirus, además, se le han unido pruebas de anticuerpos, gripe, resfriado e infección por estafilococos.
En febrero de 2022, algunos medios rusos informaron que el personal del Kremlin tuvo que hacerse pruebas de haces una vez por semana. Esto incluía al personal involucrado en el transporte, que gastó dos millones de euros en apenas dos años en estos test.
Solo en mayo de este año, la tripulación de vuelo utilizó 1.376 hisopos, 98 muestras de heces y 447 análisis de sangre. Además, un número significativo de personas tuvo que confinarse dos semanas en hoteles a las afueras de Moscú.
Un médico ruso, especialista en enfermedades infecciosas, explicó que este nivel «excesivo» de pruebas no puede tener propósitos médicos. «Estas pruebas están duplicando las PCR normales», señala.
Según este facultativo, estas pruebas –sobre todo las de heces, de poco sentido para detectar el coronavirus– seguramente sea un intento de los funcionarios de menor rango para ganarse el favor de sus jefes «al demostrar que han pensado en todo».

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