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Alejandro Palomas, escritor del libro ‘Una vida’

Alejandro Palomas, escritor del libro ‘Una vida’Cedida

Entrevista escritor

Alejandro Palomas: «Una madre no muere hasta que lo hace el hijo, porque la revivimos y recordamos constantemente»

Con su excelente prosa, Palomas consigue en 404 páginas acercar al lector uno de los momentos más complicados y a la vez usuales de todo hijo

Desatada, sincera, tierna, cándida, entera, frágil, enorme, despistada, única, valiente, desquiciante, cuidadora, divertida, emotiva... así es Amalia, la protagonista de Una vida, el cuarto libro del escritor Alejandro Palomas.

Una vida se añade al mapa que empezó con Una madre, una cuarta pieza que convierte a esta madre en un planeta entero habitado por la emoción pura. Con su excelente prosa, Palomas consigue en 404 páginas acercar al lector uno de los momentos más complicados y a la vez usuales de todo hijo: ¿qué pasará cuando nuestra madre enferme y esté en sus últimos días? ¿Quién cuida ahora a quién?

¿Por qué surge Una vida, su cuarto libro? ¿Qué le quedaba por contar?

— Yo tenía una trilogía y quise que el mundo creyera que era un círculo cerrado, pero a esta historia aún le faltaba el final. Había dejado la vida de estos personajes en el aire y no podía dejarlos así, especialmente porque son muy cercanos a mí. Dejé pasar un tiempo, pero luego sentí la necesidad de regresar y cerrar este ciclo. Me gustaba la idea de que la trilogía quedara asentada, pero también quería sorprender con esta última entrega, porque las despedidas deben ser despedidas.

Habla de Amalia, una madre con sus fortalezas y debilidades. En esta última etapa, son los hijos quienes tienen que cuidarla. ¿Se basa en su propia vida o son personajes ficticios?

— Viví esta situación y entendí lo que significa pasar por ella. Nadie sabe lo que es convertirse en el padre de su madre o en la madre de su padre hasta que le toca. Perder la figura materna y, al mismo tiempo, hacerse cargo de ella es la primera orfandad para la que nadie se prepara. Es un momento muy difícil en la vida de cualquier persona.

En un punto de inflexión, pensé: 'sé contar estas cosas. Tal vez mi experiencia pueda servirle a alguien que esté pasando por lo mismo o incluso a quien aún no lo ha vivido, para que entienda que esto es parte de la vida, de lo que somos'.

Todo esto que cuento es muy biográfico. Tiene muchos detalles personales, porque es un tipo de historia en la que no se puede tirar de la imaginación porque tiene que ser muy creíble. Con lo cual, es biográfico.

Entonces, ¿podemos decir que Fer, el hijo pequeño de Amalia y narrador de la historia, es un reflejo del escritor?

— Sí, totalmente. En este libro, quizá más que en los anteriores. Y, aunque a veces las tramas sean inventadas, en este caso hay una gran parte de la historia que es autobiográfica. La novela está estructurada a partir de la despedida de una madre, y cuando la vives y decides contarla, te das cuenta de que, por muchas vueltas que le des a la historia, no hay otra manera de hacerlo más que contándola tal como fue.

Cuando pasas por algo así, crees que eres la única persona en el mundo que lo está viviendo y que nadie puede entender tu dolor ni lo que sientes. Sin embargo, con el tiempo descubres que a todos nos pasa y que, en realidad, no estás solo.

Vivimos en una sociedad en la que parece que somos fácilmente sustituiblesAlejandro Palomas

Le gustan mucho las metáforas y en el libro habla del perro de un profesor. ¿Qué significa?

— A mí me enseñó a querer un perro, no me enseñó a querer a una persona. En la novela, los animales tienen un papel fundamental porque ayudan a que los humanos se vean con humor y se quieran.

Yo tuve una infancia difícil y una adolescencia que tampoco fue sencilla. Crecí con muchas dificultades para confiar en los demás. Pero cuando mi primer perro llegó a mi vida, fue un milagro. En ese momento entendí que podía haber alguien que me quisiera sin esperar nada a cambio. A partir de ahí, empecé a confiar más en mí mismo.

En definitiva, en este cuarto libro, el perro demuestra que hay otros seres que forman parte de la familia y que son imprescindibles para su equilibrio.

También habla de algo muy divertido y cotidiano: las frases indescifrables como «tráeme eso que está en aquello encima de aquel». ¿Cómo surgió y por qué decidió incluirlo?

— Porque es parte de la realidad. Es algo que todos hemos vivido y que, inevitablemente, viviremos. Creemos que estas cosas solo les pasan a los demás, incluso las vemos lejanas porque todo lo que nos acerca a la vejez o a la muerte nos parece ajeno.

Nos parece muy divertido y, en realidad, lo es. Amalia habla así constantemente, además de usar palabras de plena actualidad sin saber exactamente qué significan. Por ejemplo, dice que algo es «inclusivo» solo porque lo escucha en todas partes, aunque no tenga claro su significado. Es su manera de sentirse conectada con el presente.

Amalia es la madre que todos tenemos. ¿Cuáles son sus virtudes?

— El sentido del humor, la candidez y la generosidad.

¿Y sus defectos?

— Su capacidad para disimular, su necesidad constante de conciliar y su miedo al conflicto.

Son defectos en los que muchos podemos vernos reflejados…

— Sí, yo el primero. He heredado muchas cosas de la mía, pero sobre todo su miedo al conflicto.

En el caso de Amalia, ella cree que las relaciones son frágiles y por ello teme que cualquier enfrentamiento pueda destruirlo. Nos pasa a muchos hoy en día. Vivimos en una sociedad en la que parece que somos fácilmente sustituibles, ya sea en el amor, en la amistad o incluso en el trabajo.

Una madre tiene muchas vidas, muchas más que los gatos. Es algo maravilloso y no nos damos cuenta hasta que la perdemosAlejandro Palomas

¿Habrá un quinto libro o este es el final?

—No lo sé. Si te digo que sí, mentiría, y si te digo que no, también. Lo que sí es seguro es que en abril sale un nuevo formato: la novela gráfica. Amalia se convertirá en un personaje al estilo de Mafalda.

La principal idea es publicar un volumen cada año o año y medio, donde ella sea la protagonista absoluta. Queremos verla en su vida diaria, en lo que piensa, cómo reacciona a lo que ve, lo que hace, cómo miente, sus inseguridades, sus locuras… Me apetece mucho trabajar en una Amalia que nadie ha visto en las novelas.

Por último, ¿quién es Alejandro Palomas?

— Alejandro Palomas no es solo una única persona. Pueden ser varios. Está el escritor, el poeta, el ermitaño que vive lejos del mundo, el hijo que sigue siéndolo aunque su madre ya no esté...

Yo siempre digo que una madre no muere hasta que lo hace su hijo, porque la revivimos y la recordamos constantemente. Una madre tiene muchas vidas, muchas más que los gatos. Es algo maravilloso y no nos damos cuenta hasta que la perdemos.

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