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Varios funcionarios se concentran ante la sede provincial de Muface

Varios funcionarios se concentran ante la sede provincial de MufaceEuropa Press

Los funcionarios de Muface siguen en vilo mientras las aseguradoras analizan los pliegos de la licitación

Las compañías tienen hasta el 4 de marzo para decidir si aceptan la mejora económica del 41,2 %. Adeslas y Asisa se han mostrado dispuestas, mientras que DKV estudia si sumarse

Óscar López, ministro de Función Pública, daba la semana pasada la crisis de Muface por zanjada. Tras incrementar la mejora económica a las aseguradoras, el socialista sacaba pecho de la gestión del Gobierno y aseguraba que el Ejecutivo «ha salvado el futuro de Muface».

No obstante, la mutualidad ha dado a las aseguradoras hasta el próximo 4 de marzo para que analicen los pliegos de la licitación y decidan si finalmente van a prestar el servicio sanitario. Entretanto, el sindicato mayoritario en la Administración central, CSIF, ha desconvocado una huelga de funcionarios que estaba prevista para este jueves, y a la que estaban llamados maestros, profesores universitarios y no universitarios, trabajadores de Correos, funcionarios de prisiones y el resto de servidores públicos de la Administración General del Estado (ministerios, organismos y dependencias adscritas, organismos oficiales y delegaciones de Gobierno, entre otros).

CSIF ha dado marcha atrás con el paro in extremis hasta que se resuelva la licitación, pero mantiene las concentraciones este jueves en todas las capitales del país, frente a las subdelegaciones del Gobierno, y ante el Ministerio de Hacienda en el caso de Madrid.

Desde el sindicato valoran el acercamiento de Adeslas y la voluntad de Muface para alcanzar un acuerdo modificando las condiciones ofrecidas a las aseguradoras y creen que es gracias a la presión de su organización. Por este motivo, CSIF ha decidido mantener esas medidas hasta que se conozca un acuerdo concluyente «que termine con la incertidumbre de nuestros mutualistas».

Precisamente esta entidad sindical anunció este lunes que denuncia a Adeslas, Asisa y DKV por cientos de incumplimientos del convenio de Muface. Con ello quieren que la justicia investigue las interrupciones que se han producido estos últimos meses en tratamientos médicos y citas médicas, y que se determinen las posibles responsabilidades penales, dado que «se ha estado jugando con la salud de más de un millón y medio de personas». Aunque las denuncias se dirigen contra las aseguradoras, Lama ha considerado que Muface es la «última responsable» de la situación, dado que tendría que garantizar que «los mutualistas reciben la prestación médica adecuada».

Adeslas y Asisa, dispuestas a seguir

Si bien las aseguradoras se encuentran en período de analizar los pliegos de la licitación, tanto Adeslas como Asisa ya mostraron su predisposición a participar en el concierto. En el caso de Adeslas, que ya había adelantado en la primera y la segunda licitación que no se presentaría, manifestaron tras la última mejora su «confianza en la viabilidad del convenio para la atención sanitaria de los mutualistas de Muface para los próximos tres años». Aunque no fijaban su postura de forma clara, sí que expresaban su voluntad de «avanzar en los pasos necesarios para dar continuidad de forma favorable a la participación de la compañía en la asistencia sanitaria a los funcionarios».

Asisa, por su parte, tampoco se presentó a la primera licitación, pero nunca se levantó de la mesa de negociación de la segunda, ya que desde la compañía siempre se han mostrado comprometidos con el mutualismo administrativo. Recalcaban, no obstante, que para continuar necesitaban un compañero de viaje, motivo por el que han intercedido en las negociaciones de las últimas semanas para intentar que Adeslas finalmente estuviera en el concierto.

La tercera en discordia, DKV, no ha mostrado aún sus cartas, aunque sí que abandonó la licitación de Muface internacional, un servicio que ofrecía en exclusiva a los funcionarios en el extranjero. Sin embargo, el concierto continuará con una nueva aseguradora, Nueva Mutua Sanitaria, que asumirá la sanidad de los servidores públicos desplazados.

Habrá que esperar, por tanto, hasta dentro de tres semanas para conocer el desenlace de este culebrón que se prolonga desde después del verano. Aunque todo parece indicar que las dos principales aseguradoras se adhieran a la licitación, la inestabilidad del modelo es evidente, por lo que cualquier sorpresa puede ocurrir.

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