Barcelona, España

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Adiós con amor: algunos tanatorios incorporan terapias con perros para humanizar el duelo

Una innovadora iniciativa en Barcelona introduce perros de terapia en tanatorios, brindando consuelo emocional a quienes atraviesan la pérdida de un ser querido

Los tanatorios, están experimentando una transformación significativa. En un esfuerzo por humanizar el duelo y ofrecer un apoyo emocional más cálido, algunos centros están incorporando terapias asistidas con animales. Un ejemplo pionero de esta evolución se encuentra en el tanatorio de la Ronda de Dalt de Barcelona, donde desde hace algunos meses se está llevando a cabo una prueba piloto que permite a los usuarios interactuar con perros entrenados especialmente para estos momentos de vulnerabilidad.

Esta iniciativa ha sido impulsada por la funeraria Àltima, en colaboración con el Centre de Teràpies Assistides amb Cans (CTAC), y tiene como objetivo brindar consuelo y acompañamiento emocional durante uno de los momentos más difíciles de la vida, la despedida de un ser querido. Eva Domènec, responsable de las Intervenciones Asistidas con Animales del CTAC, destaca que la presencia de los perros actúa como un auténtico «bálsamo para las emociones» ya que su sola presencia transmite calma y consuelo más allá de las palabras.

El servicio, completamente gratuito, está disponible en los diferentes espacios del tanatorio, como las salas de velatorio. Las sesiones siempre son supervisadas por un técnico especializado, garantizando que la interacción con los animales sea respetuosa y beneficiosa tanto para los visitantes como para los perros.

Estos animales no son comunes, han sido cuidadosamente seleccionados y entrenados desde jóvenes para desenvolverse en entornos emocionalmente intensos. Más allá de realizar trucos, se entrenan para «ser y estar», es decir, para acompañar desde la presencia tranquila, escuchando con el cuerpo y mostrando empatía de forma natural.

El impacto emocional de esta terapia no es menor. Joan Ventura, consejero delegado de Àltima, explica que la idea se inspiró en experiencias exitosas en países latinoamericanos como Guatemala, donde el acompañamiento con animales ya forma parte de los rituales funerarios. Ventura subraya que hay estudios que avalan los beneficios de estas terapias, destacando su capacidad para reducir el estrés, la presión arterial y la sensación de tristeza.

Uno de los aspectos más destacados de esta iniciativa es su efecto positivo en los niños. Ventura señala que los más pequeños, al ver un perro en el tanatorio, se sienten reconfortados y reaccionan con alegría, lo que ayuda a mitigar el impacto emocional de estar en un entorno relacionado con la muerte.

La respuesta del público ha sido muy favorable. Aunque al principio puede generar sorpresa, las familias rápidamente comprenden el propósito de la presencia de los animales y, en muchos casos, solicitan su compañía dentro de las salas de velatorio. Especialmente en situaciones de fallecimientos traumáticos o inesperados, la intervención de los perros ofrece un apoyo emocional profundo y necesario.

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