El fiasco de Igualdad tras una inversión de 3.160 millones: pulseras fallidas y un 90 % más de violaciones

El Ministerio de Igualdad, que en la actualidad encabeza la socialista Ana Redondo, se encuentra en el punto de mira después del fallo en las pulseras antimaltrato que, según la memoria de la Fiscalía, ha supuesto una «potencial desprotección de las víctimas» y «una gran cantidad de sobreseimientos provisionales o absoluciones de agresores».

Aunque Igualdad ha reconocido el error, no se han depurado responsabilidades y, pese a que el Congreso ha reprobado a la ministra y se ha pedido su dimisión, Redondo permanece en el puesto. Este es solo el último de los escándalos de esta cartera, que tras años de mimo por parte de Pedro Sánchez, ha obtenido pocos o nulos avances en materia de igualdad.

Primero vamos a analizar la enorme cuantía que se ha ido destinando a esta cartera desde que la izquierda llegó al poder en 2018 después de una moción de censura a Mariano Rajoy. Ese año, según se extrae de los Presupuestos Generales del Estado, el dinero destinado a Igualdad fue de 181 millones de euros, una cifra que se mantuvo también en 2019 y 2020 debido a la prórroga de los presupuestos.

Fue en 2021 cuando se produjo un notable aumento de la partida, con 459 millones de euros. En 2022, ascendió hasta 525 millones y en 2023 tocaría techo con 573 millones. En 2024 descendería hasta los 511 millones para volver a incrementarse este 2025 hasta los 530 millones. En total, en los últimos siete años se han destinado 3.160,88 millones de euros al Ministerio de Igualdad entre campañas, chiringuitos o aplicaciones inservibles que han caído completamente en saco roto, ya que no han supuesto ningún tipo de mejora para las mujeres, tal y como vamos a recopilar a continuación.

Ley del 'solo sí es sí'

Pero, ¿cuáles son los resultados de esta «inversión»? Durante el mandato de Irene Montero, de Podemos, al frente del ministerio, se produjo uno de los grandes escándalos: la aprobación de la llamada ley del 'solo sí es sí'. Lo que pretendía ser un mecanismo legal diseñado para proteger la libertad sexual tras el caso de la manada en los Sanfermines de 2016 se convirtió en todo lo contrario por un fallo de bulto.

La ampliación de la horquilla de penas para las agresiones sexuales abrió la puerta a la revisión de condenas previas, en virtud del principio de retroactividad de las leyes penales más favorables. La consecuencia: más de 1.200 rebajas de penas y 121 excarcelaciones de agresores sexuales. Una chapuza ante la que Irene Montero nunca asumió responsabilidades y que le costó perder el ministerio en 2023. Con el nuevo gobierno de Sánchez, fue Ana Redondo la que asumió la cartera ante la furia de Montero, que recomendó a Redondo tener valentía «para incomodar a los hombres amigos de Sánchez».

Caída en el Índice de Mujeres, Paz y Seguridad

El Índice de Mujeres, Paz y Seguridad, realizado por la Universidad de Georgetown, retrata también al Ejecutivo autodenominado feminista. Este informe difunde una clasificación en la que Dinamarca se encuentra a la cabeza y que sitúa a España en el puesto número 27, por debajo del decimocuarto puesto del año anterior y que comparte ahora con Polonia.

Nuestro país desciende en este ranking por segundo año consecutivo, y eso a pesar de que el gobierno progresista presume de situar «el feminismo y la igualdad en el centro de toda la acción política», en palabras del propio presidente, Pedro Sánchez.

Es evidente la mella que ha hecho en las mujeres el mandato de socialistas y comunistas estos últimos seis años. En 2018, tras casi siete años de gobierno popular de Mariano Rajoy, España se situaba en quinto lugar en este mismo ranking. Solo nos superaba Islandia, Noruega, Suiza y Eslovenia, mientras que en estos momentos tenemos 26 países por encima.

Aumento del 89,72 % en las violaciones

A pesar de que Pedro Sánchez se esfuerce siempre en recalcar los datos positivos de su mandado, son mucho más llamativos los negativos. Los delitos sexuales con penetración subieron en el año 2024 un 6,7 %. Este tipo delictivo resulta mucho más dramático si se observa que, desde que Sánchez vive en La Moncloa, las violaciones en España han aumentado nada más y nada menos que un 89,72 %, de las 3.079 que se dieron en 2019 hasta alcanzar las 5.206 el año pasado.

En cuanto a las mujeres asesinadas, si bien la cifra no ha aumentado significativamente en los últimos años, tampoco ha descendido, que es el fin de las políticas de Igualdad. En 2016, 2017 y 2018, años en los que gobernaba la derecha, las hubo 49, 49 y 52 fallecidas, respectivamente. En los años sucesivos, ya con Sánchez en el poder, los números se han mantenido en el entorno de las 50 asesinadas, salvo en 2023 que se disparó hasta 58. En lo que va de año ya se cuentan 28 mujeres a las que sus parejas o exparejas han matado, por lo que parece que, un año más, esta lacra continuará en la misma dinámica.

Con todo esto, la conclusión es que el Gobierno ha malgastado una cantidad ingente de recursos públicos sin obtener ninguna mejora a cambio. Tal vez porque, como hemos comentado con anterioridad, esta suma se ha repartido en campañas de concienciación que lo único que han hecho es generar polémica y verter odio hacia los hombres, en chiringuitos y puestos inútiles o en medidas vacías que lejos están de calar en la sociedad.