Mesa del Hambre organizada por Manos Unidas
Manos Unidas alerta: «Producimos comida para 11.000 millones, pero 673 pasan hambre»
Durante el encuentro se destacó que el 28 % de la población mundial sufre inseguridad alimentaria desde 2020, mientras la tasa de circularidad alimentaria global sigue disminuyendo
En vísperas del Día Mundial de la Alimentación, Manos Unidas ha celebrado en Madrid el encuentro 'Hambre, soberanía alimentaria y derecho a la alimentación, la triple encrucijada', con la participación de expertos de la FAO, la Universidad Complutense, la AECID y diversas organizaciones internacionales. El objetivo: reflexionar sobre las causas estructurales del hambre y proponer soluciones sostenibles desde los sistemas agroalimentarios.
Fidele Podga, coordinador de estudios de Manos Unidas, denunció que «producimos alimentos para 11.000 millones de personas cuando somos 8.000 millones en el planeta. Y, sin embargo, 673 millones pasan hambre«. Calificó esta situación como »un escándalo ético que debería avergonzar a la humanidad".
Durante el encuentro se destacó que el 28 % de la población mundial sufre inseguridad alimentaria desde 2020, mientras la tasa de circularidad alimentaria global sigue disminuyendo.
Kattya Cascante, profesora de la Universidad Complutense y presidenta de REEDES, alertó de que «el hambre ha desaparecido de la agenda internacional, eclipsada por la llamada ‘permacrisis’». Denunció también un modelo alimentario global basado en la mercantilización y el dominio de grandes corporaciones: «Quien controla las semillas y los fertilizantes decide qué y para quién se produce».
Vega Díez, directora de cooperación internacional del CERAI, defendió la soberanía alimentaria como el derecho de los pueblos a decidir sobre sus sistemas productivos: «Cuando convertimos los alimentos en objeto de especulación, pierden su valor nutritivo y social. No podemos vender el futuro de nuestras tierras por beneficios a corto plazo». Subrayó, además, la necesidad de vincular la seguridad alimentaria de productores y consumidores.
Desde Perú, Luis Felipe Artica, director de IDMA-Huánuco, recordó que «la agroecología es ciencia, práctica y movimiento social», y que la agricultura familiar produce el 90 % de los alimentos consumidos en su país. «Recupera suelos, reduce dependencia y empodera a las mujeres rurales», afirmó.
Por su parte, Ana Regina Segura, jefa del área de desarrollo rural y seguridad alimentaria de AECID, lamentó que «la Unión Europea aún no reconozca el derecho humano a la alimentación» y anunció una nueva estrategia española para promover dietas sostenibles y agricultura familiar.
El evento concluyó con un llamado a la acción. «Acabar con el hambre no es solo una cuestión de carencias, sino de justicia», afirmó Cecilia Pilar, presidenta de Manos Unidas. «Ningún ser humano debería pasar hambre. La solución requiere compromiso político, cooperación internacional y responsabilidad de todos».