Plaza del Torico, en Teruel
Estas son las diez ciudades más saludables de España
Por contra, las menos saludables son Arrecife, (Lanzarote), Parla (Madrid) y Avilés (Asturias), que presentan carencias como falta de zonas verdes o gimnasios
España goza de una de las esperanzas de vida más altas del mundo –83,2 años según Eurostat–, impulsada por su clima templado, la dieta mediterránea y un estilo de vida que favorece la actividad al aire libre. Sin embargo, vivir más no siempre significa vivir mejor. Factores como la calidad del aire, el acceso a zonas verdes o la facilidad para practicar deporte también determinan el verdadero bienestar de una población.
Con esta premisa, el servicio médico en línea ZAVA, especializado en consultas sobre salud y control de peso, analizó las condiciones que hacen de una ciudad un entorno ideal para llevar una vida saludable. El estudio evaluó desde la disponibilidad de parques, centros deportivos, espacios acuáticos y rutas para caminar, hasta el equilibrio entre la oferta de comida rápida y la saludable, así como los niveles de contaminación.
El resultado sitúa a Teruel en el primer puesto del ranking nacional con una puntuación de 9,05 sobre 10. La capital aragonesa, conocida por su arte mudéjar y su historia romántica, se ha convertido también en un referente del bienestar urbano. Sus 475 parques y más de 800 espacios acuáticos por cada 10 000 habitantes crean un escenario donde moverse, respirar aire puro y mantenerse activo forma parte de la rutina. Con un índice de calidad del aire de apenas 26, Teruel demuestra que las pequeñas ciudades pueden ser grandes ejemplos de salud y sostenibilidad.
El segundo lugar lo ocupa Pollensa, en Mallorca, con 8,99 puntos. Este municipio costero combina la pureza de su aire –uno de los más limpios del país, con un índice de 17– con una abundancia de espacios acuáticos (más de 1 500 por cada 10 000 habitantes). Aunque cuenta con menos parques y gimnasios que Teruel, su equilibrio entre ocio, naturaleza y alimentación saludable la posiciona como un paraíso para quienes buscan bienestar junto al mar.
En el tercer peldaño se produce un empate entre Lugo y Orihuela, ambas con 8,89 puntos. Lugo destaca por su excelente relación entre zonas verdes (148 parques por cada 10 000 personas) y espacios deportivos, además de un aire limpio que la convierte en una de las ciudades más sostenibles del noroeste español. Orihuela, por su parte, sobresale por su impresionante número de áreas para nadar –más de 2 100–, lo que la consolida como un destino ideal para los amantes del ejercicio acuático.
El informe revela una tendencia clara: las ciudades pequeñas lideran en bienestar, mientras que los grandes centros urbanos enfrentan mayores retos para mantener una vida saludable. Ninguna de las grandes capitales figura entre las diez primeras. Dentro de las metrópolis, Málaga es la mejor posicionada (7,36 puntos) gracias a su red de parques y playas. Barcelona alcanza 6,74 puntos, favorecida por su buena calidad del aire, mientras que Madrid obtiene 6,61, afectada por su contaminación y escasez de rutas peatonales.
En los últimos lugares del listado aparecen Valencia (6,05), Sevilla (5,81) y Bilbao (5,37), esta última penalizada por su alta concentración de locales de comida rápida.
El contraste se acentúa con las ciudades menos saludables del país. Arrecife, en Lanzarote, ocupa el último puesto con 4,34 puntos. Su falta de parques, gimnasios y opciones gastronómicas saludables limita las oportunidades de una vida activa, a pesar de su entorno natural privilegiado. Parla y Avilés, también en la parte baja del ranking, presentan carencias similares.
El estudio confirma así que el bienestar urbano no depende solo del tamaño o la economía de una ciudad, sino de cómo sus espacios, su aire y su ritmo de vida se combinan para favorecer la salud cotidiana. En España, parece que la felicidad –y la salud– siguen encontrando su mejor refugio lejos del ruido de las grandes capitales.