Playa de Los Urrutias, en del Mar Menor
El Mar Menor entra en un estado crítico de falta de oxígeno tras las lluvias de la dana Alice
El informe identifica dos entradas principales de agua dulce durante el temporal: una a última hora del 10 de octubre por los cauces de la cuenca sur y otra de madrugada por la zona norte, a la altura de San Javier
La llegada masiva de agua dulce procedente de la dana Alice ha alterado de nuevo el frágil equilibrio del Mar Menor, donde los sensores del Instituto Español de Oceanografía (IEO) han detectado niveles de oxígeno extremadamente bajos, característicos de una situación de anoxia. Así lo refleja el último informe conjunto publicado este lunes por el IEO y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), que advierte de que el fenómeno podría agravarse en los próximos días.
Según el documento, las zonas más afectadas son las capas profundas del sector sur de la laguna, donde la concentración de oxígeno se ha desplomado hasta valores críticos para la supervivencia de peces y plantas marinas. Los expertos alertan de que el tiempo de exposición a estas condiciones determinará si se produce o no un nuevo episodio de mortalidad masiva, como los registrados en años anteriores.
El informe identifica dos entradas principales de agua dulce durante el temporal: una a última hora del 10 de octubre por los cauces de la cuenca sur y otra de madrugada por la zona norte, a la altura de San Javier. Estas aportaciones repentinas alteraron la dinámica natural del ecosistema, reduciendo la salinidad y favoreciendo la estratificación del agua, un proceso que impide la correcta mezcla entre las capas superficiales y las más profundas.
Los datos más recientes muestran una disminución de la salinidad en la parte superior de la laguna meridional, tendencia que se ha mantenido estable durante los últimos cinco días. Esta información se confirma con los perfiles verticales obtenidos en diferentes puntos de muestreo realizados entre los días 12 y 16 de octubre.
La turbidez –la cantidad de partículas en suspensión que enturbian el agua– también se ha disparado en el sur, aunque los registros del día 14 apuntan a una ligera mejora en la mayor parte del Mar Menor, con excepción de la zona de la mancha, donde el agua continúa mostrando una elevada concentración de sedimentos y materia orgánica.
A la estratificación se ha sumado un nuevo problema: una proliferación masiva de fitoplancton, especialmente visible a partir del 12 de octubre en las zonas sur y central. El informe advierte de que los niveles alcanzados son «muy elevados», comparables a los de los episodios de «sopa verde» de años anteriores. Este crecimiento descontrolado de microalgas reduce drásticamente la penetración de la luz hacia el fondo y agrava la falta de oxígeno en las aguas profundas.
Los científicos del proyecto Belich, dedicado a la monitorización y modelización del ecosistema del Mar Menor, están tomando muestras para evaluar el alcance real del fenómeno y sus posibles consecuencias. Entre los indicadores a vigilar se incluyen cambios en el comportamiento de la fauna marina, desplazamientos hacia zonas menos afectadas y, si las condiciones persisten, episodios de mortalidad de peces y otros organismos.
El informe concluye que la laguna salada vuelve a encontrarse en una situación delicada. Si la anoxia se mantiene durante los próximos días, el Mar Menor podría revivir uno de los episodios de degradación ecológica más graves de los últimos años.