Dos hombres junto a un tractor en Mora, Toledo (Castilla-La Mancha)

Dos hombres junto a un tractor en Mora, Toledo (Castilla-La Mancha)Europa Press

La destrucción de la PAC devasta al campo: «Faltará alimento en Europa»

La tensión roza su punto máximo y las principales organizaciones profesionales agrarias ya hablan abiertamente de un otoño caliente

El choque entre los agricultores y ganaderos del viejo continente –y en particular de España– con la Unión Europea (UE) es total.

La excesiva carga burocrática, el incremento de los costes de producción y la creciente competencia desleal de terceros países que hunde los precios en origen han minado la salud de las explotaciones en los últimos tiempos; sin embargo, el hecho que ha colmado la paciencia del sector primario surge tras la presentación del nuevo Marco Financiero Plurianual (MFP) por parte de la Comisión Europea.

Esta guía que encuadra el presupuesto de la UE en el período 2028-2034 incluye las novedades propuestas para la PAC (Política Agraria Común), el instrumento creado para garantizar la seguridad alimentaria y fomentar un desarrollo rural equilibrado y sostenible de los agrarios europeos y que, según denuncian los agricultores españoles, está a punto de ser destruida tal y como la conocemos.

«Pinta en bastos. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quiere acabar con la PAC y puede que pase a la historia por ser su enterradora», lamentaba en declaraciones a los medios de comunicación el presidente de Asaja, Pedro Barato, tras reunirse con la vicepresidencia del Parlamento Europeo en Bruselas, donde el campo europeo ha protagonizado una numerosa marcha simbólica para exigir un presupuesto fuerte para la nueva PAC.

«Sin PAC Europa no tiene sentido para nosotros. Siempre hemos pensado que a Europa se le puede criticar pero no cuestionar, pero ahora el campo europeo ya se cuestiona las decisiones que se están adoptando», advirtió Barato, que condenó que se proyecte una PAC sin un presupuesto propio e integrada en un fondo único multisectorial, gestionado bilateralmente entre Bruselas y los Estados.

Los agrarios lamentan la deriva que está tomando la PAC con la propuesta de la Comisión Europea, ya que entienden que la reforma diluirá la herramienta. «Necesitamos un presupuesto fuerte. Hemos tenido una pérdida del 14 % por la inflación y se apunta a un recorte del 22 %. Nos están engañando con determinadas medidas y planteamientos cuando lo que falta es presupuesto. Esto es un hachazo tremendo a la agricultura», indica el dirigente de Asaja.

La sensación de abandono crece en el campo, donde creen que la destrucción de la PAC revienta todas sus aspiraciones. «Es importante la Defensa y la inversión en material bélico, pero puede haber muchos misiles y tanques que cuando falte la alimentación…», explica Barato, que teme que de esta manera se tambalee uno de los pilares del proyecto europeo. «Cuando pasen 10 o 12 años con esta política en Europa faltará alimento», advierte.

La soberanía alimentaria emerge como la gran incertidumbre del nuevo escenario que enfrentan los agricultores, que se sienten engañados por el comisario de Agricultura Christophe Hansen, nombrado en noviembre.

«Sentimos que llegaba un cambio porque Hansen hablaba de precios en origen por encima de los costes de producción y cláusulas espejo, pero nos ha mentido, porque no nos dijo que a partir de 2028 desaparece la PAC y aparecerán 27 nuevas políticas que nada tienen que ver con 60 años de historia para preservar la agricultura y la ganadería dentro de la UE», señaló Miguel Padilla, secretario general de COAG, tras el anuncio de Von der Leyen.

Padilla vaticina «una situación casi imposible para la mayoría de explotaciones» en caso de que la propuesta que entraría en vigor a partir de 2028 se consolide: «Desaparece lo que nos ha dado la seguridad de la alimentación en la UE. Tenemos un recorte de presupuesto del 22 %. Hemos pasado de la seguridad alimentaria a la guerra porque esa partida (la de Defensa) se ha multiplicado por cinco».

El campo español es un hervidero. Después de años especialmente convulsos, la tensión roza su punto máximo y las principales organizaciones profesionales agrarias ya hablan abiertamente de un otoño caliente. «Entramos en una fase muy difícil, de manifestaciones y de absoluto choque frontal para preservar la agricultura y la ganadería», concluye Padilla.

comentarios
tracking

Compartir

Herramientas