Módulo Atenea de Intuitive Machines a punto de aterrizar en la Luna
De ser una oportunidad a convertirse en el gran chasco lunar de la NASA: «Estamos decepcionados con el resultado»
Aunque el plan original establecía que el módulo Atenea debía descender en la región de Mons Mouton, el aterrizaje se produjo a más de 400 metros del punto previsto
Poco después de su alunizaje en un cráter lunar, la misión IM-2 de Intuitive Machines, que transportaba tecnología y equipos científicos de la NASA, concluyó de manera anticipada en la madrugada del viernes, según anunció la empresa. A pesar de la interrupción, se lograron recopilar datos relevantes para la agencia espacial estadounidense.
Esta misión, la segunda entrega lunar de Intuitive Machines para la NASA dentro del programa CLPS (Servicios de Carga Lunar Comercial) y la iniciativa Artemis, incluía un taladro diseñado para extraer muestras del suelo lunar y un espectrómetro de masas con el objetivo de detectar la presencia de volátiles, sustancias que en el futuro podrían servir como combustible o proporcionar oxígeno respirable a los astronautas.
Aunque el plan original establecía que el módulo debía descender en la región de Mons Mouton, el aterrizaje se produjo el 6 de marzo a las 11:30 (hora central de EE. UU.) a más de 400 metros del punto previsto. Imágenes posteriores confirmaron que la nave terminó inclinada de lado, lo que limitó el funcionamiento del taladro y otros instrumentos antes de que se agotaran sus baterías.
A pesar del desenlace, la misión estableció un hito al convertirse en la que ha aterrizado más cerca del Polo Sur lunar hasta la fecha. Nicky Fox, administradora asociada de ciencia en la sede de la NASA en Washington, subrayó la relevancia del desafío: «Nuestro lugar de aterrizaje previsto, cerca del Polo Sur lunar, es uno de los lugares más interesantes desde el punto de vista científico y más desafiantes desde el punto de vista geográfico de la Luna», afirmó Nicky Fox, administradora asociada de ciencia en la sede de la NASA en Washington.
El módulo Nova-C, bautizado como Atenea, logró transmitir imágenes de la zona de aterrizaje antes de activar los instrumentos científicos. Entre los datos recopilados, el conjunto PRIME-1 de la NASA, que incluía el taladro lunar TRIDENT (Diseñado para la Exploración de Regolito y Hielo), demostró con éxito su rango de movimiento en las duras condiciones del entorno espacial. Por su parte, el espectrómetro de masas MSOLO detectó elementos que probablemente procedían de los gases emitidos por el sistema de propulsión de la nave.
Clayton Turner, administrador asociado de tecnología espacial de la NASA, reconoció que, aunque la misión no alcanzó todos sus objetivos, el desarrollo de la carga útil representa un paso crucial para futuras exploraciones.
A pesar de las dificultades, Intuitive Machines, empresa responsable del lanzamiento, entrega y operaciones en la superficie, logró realizar algunas comprobaciones y recopilar 250 megabytes de datos para la NASA. Joel Kearns, administrador adjunto de exploración en la Dirección de Misiones Científicas de la agencia, destacó el papel del sector privado en este tipo de misiones: «Si bien estamos decepcionados con el resultado de la misión IM-2, seguimos comprometidos a apoyar a nuestros proveedores comerciales en la difícil tarea de aterrizar y operar en la Luna».
Entre los instrumentos que permanecerán en la superficie, se encuentra el conjunto de retrorreflectores láser de la NASA, diseñado como un punto de referencia pasivo para futuras misiones. Asimismo, tecnologías financiadas en parte por la NASA, como el Nova-C Hopper de Intuitive Machines y el sistema de comunicación 4G/LTE Tipping Point de Nokia, lograron cumplir ciertos objetivos antes de la finalización de la misión, proporcionando datos valiosos para su desarrollo en aplicaciones comerciales.
