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20 de abril de 2024

Dos de las niñas perdidas que Disney incluye en su nueva versión de Peter Pan

El momento de la película donde Wendy conoce a los niños y, por primera vez en Nunca Jamás, niñas perdidasDisney+

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Igualdad feminista, pero a la baja: las niñas dejan de ser «demasiado listas» en el nuevo Peter Pan de Disney

En el país de Nunca Jamás original, nacido en la imaginación de J. M. Barrie, los «niños perdidos» vivían sin madre a causa de su torpeza, no así las niñas, puesto que eran más listas que ellos

La reedición de los clásicos en acción real y el afán de Disney por llevar la inclusión a su máximo exponente ha empujado al estudio a alterar el clásico de James Matthew Barrie. El tráiler de Peter Pan y Wendy, la nueva película que llega a Disney+ a finales de abril, resulta muy revelador al anticipar la llegada del feminismo al clan de los niños perdidos con la aparición, por primera vez en el país de Nunca Jamás, de niñas perdidas. Pero Disney, en su espiral inclusiva, ha omitido la razón por la que J. M. Barrie no incluyó en su obra publicada en 1911 niñas entre los niños perdidos. Y no era machismo, sino todo lo contrario.
En las primeras imágenes difundidas sobre la nueva película se puede ver a Wendy conociendo a los niños perdidos: «¿Pero también hay niñas?», dice extrañada. A lo que una de las niñas perdidas le contesta algo ofendida: «¿Y?». En la nueva película también se incluye un Peter Pan y una campanilla racializados a la vez que un actor con Síndrome de Down entre los niños perdidos. El origen de los niños perdidos se explica en una conversación que mantienen Wendy y Peter Pan. El extracto del cuento es el siguiente:
En ese momento los dos niños se sentaban en el sillón y Wendy siguió acribillándolo a preguntas.
​–Si ya no vives en los jardines de Kensington...
​–Lo hago en ocasiones –respondió Peter–.
​–Pero ahora, ¿dónde vives?
​–Con los niños perdidos.
–​¿Y esos quiénes son?
Los que se caen de sus cochecitos cuando las niñeras miran para otro lado. Si a los siete días no los han reclamado, se los envía al País de Nunca Jamás para sufragar los gastos​. Yo soy su capitán.
–¡Qué divertido debe ser!
–Sí –replicó Peter con malicia–, pero estamos muy solos. como no tenemos compañía femenina...
–Pero, ¿no hay ninguna niña entre vosotros?
–No. Las niñas son demasiado listas para caerse de los cochecitos.
Wendy lo consideró un halago tremendo.
–Me parece encantador tu modo de hablar de las niñas. Mi hermano John, en cambio, nos desprecia.
A modo de respuesta, Peter se levantó y de una patada sacó a John de la cama, con mantas y todo. ¡De una patada! A Wendy le pareció demasiada osadía para tratarse de su primer encuentro y le dijo con tono brioso a Peter que no se creyera que iba a ser también el capitán de la casa. Sin embargo, como John siguió durmiendo tan ricamente en el suelo, la niña permitió a Peter seguir allí.
Durante el resto de la obra, además de las distintas y variadas versiones cinematográficas, la ausencia de niñas en Nunca Jamás condiciona el cariño de los niños perdidos hacia Wendy. Porque, en definitiva, lo que todos ellos quieren es una madre que les quiera, les cuente cuentos y les arrope por la noche. Algo que a ellas nunca les faltaría por su mayor pericia. Peter Pan y Wendy se estrena el 28 de abril en Disney+, pero con apenas un tráiler de menos de dos minutos, las redes sociales ya se han dividido. Desde los que acusan a Disney de someterse a la cultura woke, hasta los que señalan la igualdad feminista «a la baja» en la que ha tropezado la compañía con las niñas perdidas. Y, por supuesto, acérrimos defensores de alterar o retocar cualquier elemento en pos de la diversidad.
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