15 años sin Paul Newman: así nació el mito de los ojos azules del cine

El legendario actor Paul Newman, a quien sus brillantes ojos azules, atractivo y talento le convirtieron en una de las estrellas más importantes de Hollywood durante seis décadas falleció a los 83 años a consecuencia del cáncer de pulmón que padecía. Lo hizo rodeado de los suyos, en la más estricta intimidad, en su granja ubicada cerca de Westport, Connecticut, en la costa este de Estados Unidos, ya que quiso evitar que su final ocurriera en un hospital.

Se cumplen hoy 15 años tras su partida, pero el eterno legado que ha dejado en la industria del cine sigue estando presente. Nacido un 26 de enero de 1925 en un suburbio de Cleveland, y durante la Segunda Guerra Mundial sirvió en el Pacífico como telegrafista de la Marina. Un pasado que nada tiene que ver con el prometedor futuro que le esperaba. Sin saberlo tenía abiertas las puertas al séptimo arte. Después asistió al Kenyon College de Ohio con una beca de fútbol americano. Tras la muerte de su padre, ayudó en la tienda familiar de artículos deportivos, antes de inscribirse en la Escuela de Interpretación de Yale.

Todas las coordenadas apuntaban a un mismo lugar: Nueva York. Fue en la ciudad de los rascacielos dónde consiguió pequeñas apariciones en televisión y un papel en la obra de Brosdway Picnic, en 1953. Fue el inicio de una carrera imparable. Su primer trabajo importante en el cine fue Marcado por el odio, donde encarnó al boxeador Rocky Graziano.

En 1958, Newman protagonizó El largo y cálido verano con Joane Woodward, con quien contrajo matrimonio ese año poco después de divorciarse de su primera esposa, Jacqueline Witte. Celebraron su amor en una ceremonia exprés en Las Vegas y después reaparecieron de la mano en la undécima edición del Festival de Cannes. Aunque las malas lenguas apostaban poco por la longevidad de la pareja, Newman y Woodward acallaron los rumores. Juntos tuvieron 3 hijas (Eleanor, Melissa y Clea), pero antes de Joanne, también tuvo otros 3 hijos (Scott, Stephanie y Susan) fruto de su anterior matrimonio con Witte.

Paul Newman, que triunfó en todos los aspectos de su vida fue reconocido en 1987 cuando logró el Oscar al mejor actor por El color del dinero tan solo un año después de merecer el Oscar de honor como reconocimiento a su carrera y dedicación en la industria cinematográfica. Sin embargo, Newman no recogió la estatuilla honorífica, pero agradeció el galardón con un discurso vía online desde Chicago.

Conocido por sus actividades filantrópicas, además de por sus películas, desarrolló con éxito proyectos paralelos como el de ser piloto de coches de carreras y creador de una línea de productos de alimentación Newman’s Own, que llevaban su nombre y su rostro en las etiquetas. De hecho, la Fundación Newman’s Own recibía los beneficios de esta empresa que patrocinaba numerosas organizaciones benéficas. A ellas se sumaban los campamentos de verano Hole in the Wall, fundados por el actor, que ofrecen vacaciones de verano para niños de todo el mundo aquejados de enfermedades mortales.