
Gary Cooper y Grace Kelly
Cine
La película que devolvió a Gary Cooper a los cielos y no es tan fiera como la pintan
Esta obra maestra es el filme más recordado del actor, que después rodaría otros clásicos inolvidables
A principios de los años 50 la estrella de Gary Cooper parecía estar apagándose. Aunque no llegó a la condición de «veneno para la taquilla» –que muchos no superaban, pero unos pocos sí, como Katharine Hepburn con Historias de Filadelfia– sus películas apenas recaudaban, y eso que rodó a las órdenes de directores como Michael Curtiz, Henry Hathaway o Raoul Walsh. Sin embargo, en su camino se cruzó un guion, supuestamente rechazado por John Wayne, escrito por Carl Foreman, que pronto sería incluido en la lista negra de Hollywood.
El filme fue Solo ante el peligro, quizás la más recordada película de Gary Cooper. Fue un éxito de taquilla y, para el actor, supuso unos ingresos de alrededor de 600.000 euros, porque se había bajado el salario para participar de los beneficios. No solo eso: al año siguiente, en 1953, logró el Oscar al mejor actor. Pero la película no ganó los premios de guion original ni de mejor largometraje, se supone que por manejos ocultos y anticomunistas.
Hoy en día, Solo ante el peligro se considera alegoría que muestra el rechazo contra el macartismo y la «caza de brujas» que se manifestó en las investigaciones del Comité de Actividades Antiamericanas (HUAC) en el contexto de la Guerra Fría (1): Estados Unidos estaba poseído por The Red Scare -el terror rojo-, y se veían comunistas hasta debajo de las piedras.
En la película, Cooper encarna a Will Kane, un sheriff que, recién casado, decide enfrentarse a un criminal que le ha jurado odio eterno. Podría huir e iniciar una vida feliz junto a su esposa, la cuáquera interpretada por Grace Kelly, pero opta por cumplir con su deber. El pueblo, para su sorpresa, le da la espalda, y no le queda más remedio que afrontar en solitario un duelo contra cuatro pérfidos enemigos. Con una acción que transcurre en tiempo real, el filme condensa la tensión dramática como pocas veces se ha visto en el western.
Si se quiere ver desde un punto de vista simbólico, Solo ante el peligro muestra la soledad del héroe ante la amenaza del HUAC. El pueblo, que representa a los miembros de Hollywood que declararon contra sus compañeros de ideas comunistas, le da la espalda. Por eso, al final, en la escena más memorable del filme, Kane arroja al suelo la estrella de sheriff y la pisa con profundo desprecio.
John Wayne afirmó que había rechazado el papel por ser antiamericano. Y Foreman que, sin duda alguna, había escrito la película con la dichosa alegoría en la cabeza. Pero no lo hicieron hasta dos décadas después. El actor, en una entrevista en Playboy en 1971. Y el guionista, en varias entrevistas y artículos de los 70, aunque, expulsado de Hollywood, al igual que otros compañeros, desde los 50 había comenzado una fructífera carrera en Inglaterra -en cualquier caso, el guion de El puente sobre el río Kwai, coescrito junto a Michael Wilson y ganador de un Oscar, tuvo que firmarlo con seudónimo-.
Sin embargo, numerosos estudios académicos hablan de que cuando se estrenó Solo ante el peligro -que en inglés se titula con el poco alegórico título High Noon- muy pocos fueron conscientes del supuesto simbolismo. El profesor universitario Austin Fisher, por ejemplo, afirma que en su día la inmensa mayoría de las críticas alabó el filme como el típico western de siempre, solo que artísticamente mejorado, a la altura, para algunos, de La Diligencia. Por otro lado, y muy irónicamente, algunas publicaciones de izquierdas denostaron el largometraje porque representaba el individualismo extremo del capitalismo. Y, en ningún caso, el ambiente de 1952 era propicio para estrenar una película abiertamente antisistema.
En definitiva, no parece que en su momento el filme fuese tan transgresor como lo pintamos ahora. No creo probable que el presidente Dwight Eisenhower, escasamente sospechoso de ideas izquierdistas, admitiera que era uno de sus filmes favoritos si por aquel entonces corriese ese runrún por Estados Unidos. Si se piensa con detenimiento, el filme es inhabitual, pero no por el conflicto ni el desenlace, sino porque los dos únicos personajes que ofrecen su ayuda a Kane son dos mujeres. Su esposa, incluso, renuncia a sus ideales cuáqueros y le salva matando a uno de los forajidos. Que la dama salvara en lugar de ser salvada parece que molestó a John Wayne y al director Howard Hawks.
Solo ante el peligro, actualmente, es la película más recordada de Gary Cooper, probablemente por esa simbología anti HUAC que fue adquiriendo a finales del siglo pasado y que sigue presente a pesar de los muchos estudios que la desmienten. Sea como sea, es una obra maestra, que además sirvió para que Gary Cooper volviese a los cielos y rodase otros clásicos inolvidables, como Ariane, La gran prueba -en la que encarna a un cuáquero-, El hombre del Oeste o Veracruz.
(1) El HUAC tuvo dos actuaciones «estelares» en Hollywood. La primera, en 1947, en la que declaró Gary Cooper -se declaró ferviente anticomunista pero no denunció a nadie- y la segunda, en 1951, mucho menos conocida porque recibió muchísima menor cobertura mediática y en la que declaró Carl Foreman. Los Diez de Hollywood fueron condenados tras las audiencias del 47, mientras que la Lista Negra de Hollywood se refiere a todos los autores que fueron de alguna manera perseguidos y/o boicoteados durante tan triste fenómeno histórico.