Bomberos durante las labores de extinción del incendio en la Mezquita-Catedral de Córdoba
La UNESCO elogia la eficiente gestión del incendio en la Mezquita‑Catedral de Córdoba
La hija de André Azoulay aplaude la defensa del patrimonio en Córdoba
La directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, ha felicitado con notable contundencia a las autoridades locales de Córdoba y al Cabildo de la Mezquita‑Catedral por su «rápida actuación» en el incendio declarado el pasado 8 de agosto de 2025. Azoulay subraya que, gracias a esa respuesta eficaz, se logró controlar el fuego y evitar daños irreparables en este valioso enclave del Patrimonio Mundial.
Su misiva, además de reconocer la labor de bomberos y equipos de emergencia, destaca la disposición de la UNESCO a colaborar en la preservación y rehabilitación del monumento. Es especialmente revelador que la autora de esta carta sea hija del consejero André Azoulay, figura de gran influencia histórica por su papel como consejero de Hassan II y Mohamed VI, lo que aporta al reconocimiento una dimensión simbólica y diplomática muy relevante.
A grandes rasgos, el incendio —que tuvo su origen en un cortocircuito de una barredora eléctrica almacenada en una capilla anexa— afectó varias capillas del sector oriental, incluyendo el colapso parcial del techo de la capilla de la Anunciación, provocando daños limitados gracias a la intervención rápida de bomberos y personal técnico.
El Ministerio de Cultura activó de inmediato el Plan Nacional de Gestión del Riesgo y Emergencias en Patrimonio Cultural, coordinándose con la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Córdoba para evaluar los daños y elaborar un plan de intervención. Además, la UNESCO ha ofrecido su apoyo técnico para la restauración del monumento y para reforzar las medidas de prevención frente a futuros incidentes.
El Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad ha celebrado la actuación de los bomberos como «extraordinaria», subrayando que su rápida intervención fue decisiva para evitar una catástrofe en uno de los sitios culturales más valiosos del mundo.
El Cabildo Catedralicio ha confirmado que asumirá íntegramente los costes de la restauración, estimados en torno a un millón de euros, y ha activado su fondo de contingencia para asegurar que no haya retrasos por cuestiones económicas.
Críticas y reflexiones también han surgido: el antropólogo Isidoro Moreno calificó el suceso como resultado de una «negligencia inaceptable» y denunció la sobre utilización de espacios históricos como almacenes, reclamando una gestión más pública y profesional del monumento. Esta idea es compartida por un artículo que insta a revisar la gobernanza del enclave, hoy bajo administración eclesiástica, y apostar por una gestión que cumpla con los estándares de la UNESCO.
En paralelo, el arquitecto conservador Gabriel Ruiz Cabrero ha tranquilizado al público: la reconstrucción respetará fielmente el diseño original —incluyendo cubiertas de madera—, aunque incorporará mejoras como sistemas antiincendios por nebulización.