Andy Warhol fotografiado por Jack Mitchell
Gran exposición en Madrid
Llega Andy Warhol Super Pop: de las sopas Campbell a la desconocida fe católica de sus últimos iconos
Las obras más célebres del artista del 'pop art' llegan al Palacio de Santa Bárbara de Madrid, mientras el Museo de Brooklyn ahonda en la dimensión más cristiana de sus últimos trabajos
Ya está todo preparado para que el Palacio de Santa Bárbara en Madrid se convierta en el templo donde venerarse las imágenes e iconos paganos de Andy Warhol, el celebrado artista pop. Vendrán los botes de sopa Campbell, los retratos de canonización de Marilyn, Elvis o Mao Tse Tung, y sus famosas instantáneas de polaroid inmortalizando momentos y rostros de la bohemia nocturna neoyorkina.
Los quince minutos de fama y posteridad
Vendrán todos esos personajes que pululaban a su alrededor buscando la fama o el cuarto de hora bendito con el que sobrellevar la fugacidad de las emociones y su probable caída posterior; o eso al menos pensaba el artista cuando, cámara de fotos en mano, inmortalizaba a las celebridades aquejadas de eso tan ansiado como es el anhelo de popularidad.
Andy Warhol saluda a Tennessee Williams
Warhol ofrecía esa posteridad asemejando los retratos a la iconografía de vírgenes y santos redivivos e inundados de gloria dorada y cutis rosáceo que, desde pequeño y hasta el fin de su vida, admirará en las iglesias, siempre en silencio, discreto y absorto en la belleza, desde la oscuridad del último banco.
A Warhol se le achaca a menudo la superficialidad de un arte sin profundidad, influido por la cultura de masas popular e intrascendente. Pero, quizá, no hemos comprendido, por esa misma superficialidad, que toda la obra del artista norteamericano es el intento de repetir el asombro que la belleza del objeto despierta en el corazón: esa belleza que ansiamos poder repetir, como en una factoría en serie, hasta la eternidad.
Una nueva iconografía religiosa
Pero, mientras que en el palacio de Santa Bárbara se admiran sus iconos más populares, el Museo de Brooklyn ha preparado una nueva muestra del artista, ahondando en una dimensión más, explícitamente, religiosa y, seguramente, desconocida para el gran público. El material de esta exposición ya no son personajes mediáticos de la industria cinematográfica o musical, sino imágenes renacentistas, Cristos duplicados, vírgenes, ángeles y cruces junto a la serie más larga sobre la última cena de Jesús; serie que, sólo su muerte, consiguió interrumpir. El Warhol desvelado por el Museo de Brooklyn conforma una nueva y profundísima mirada sobre el gran artista multidisciplinar al que las personas más cercanas definen como muy religioso y devoto como su madre, responsable de, al menos, una conversión a la fe cristiana, y al que, desgraciadamente, la frivolidad de los juicios sobre su figura puede haber perjudicado en la comprensión de su obra artística.
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