No es una cuestión novedosa, y no por ello menos terrible, al menos en el mundo. Sí en Europa que, como siempre, va por detrás de lo que sucede al otro lado del océano, que acaba llegando. Los «espacios seguros y tranquilos para los visitantes negros» ya los inventó el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), que no se libró de los problemas ante semejante aberración cuando una visitante de raza negra le recriminó a una visitante de raza blanca que se encontraba e un espacio solo para negros.
Los «espacios seguros y tranquilos para los visitantes negros» del MoMA son el reverso tenebroso de la zona del autobús donde se sentó Rosa Parks, y ya han llegado a Europa. Concretamente al museo Zeche Zollern de Dortmund, en Alemania, donde la institución ha «pedido» a los blancos que restrinjan sus visitas a la exposición «Esto es colonialismo» para «reservar un espacio seguro de reflexión para los no blancos». Resulta sorprendente esta forma de mostrar el racismo ejerciéndolo y animando a las personas «no blancas» ha sentirse de una determinada forma porque lo dice el museo de turno.
«Esto es colonialismo»
La ideología como arte, la reflexión dirigida, el victimismo institucionalizado, a pesar del mensaje de la pinacoteca: «Para las personas que han experimentado el racismo, el proyecto expositivo ´Esto es colonialialismo´ debería ser un lugar muy especial. Finalmente, aquí se analiza cómo abordar la historia colonial en la vida cotidiana. Para que puedan visitar el taller tranquilamente y entre ustedes, el museo ha establecido un horario especial para ustedes (sábados de 10 a 14)».
Unas palabras que «para las personas que han experimentado el racismo», como dice el mismo mensaje, invitan también a los blancos a los que restringen acceder a la muestra, precisamente a visitarla por haber experimentado el racismo en las misma muestra en el colmo del absurdo. La responsable de cultura del museo, Barbara Rüschoff-Parzinger, dijo que «Las personas que sufren racismo en nuestro país lo hacen los siete días de la semana. Nosotros, en cambio, pedimos mayor consideración cuatro horas semanales respetando este espacio protegido».
Racismo contra el racismo
Razones peregrinas, delirantes para la petición peregrina, delirante, ideológica y racista que propone la restricción del acceso a los blancos los sábados durante cuatro horas para que «las personas afectadas por el racismo puedan retirarse a intercambiar ideas abiertamente», como si no lo pudieran hacer del mismo modo con la presencia de blancos o, mejor, para tratar de adoctrinarles sobre que no lo pueden hacer del mismo modo si hay blancos presentes: racismo puro y duro, y homologado por el nuevo pensamiento.