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Stefan Zweig

Stefan Zweig

Queridos Reyes Magos: una lista de libros para entender Europa

Vida y Destino de Grossman, Mundo de ayer de Zweig, La cripta de los capuchinos de Roth, o Bella del Señor, de Cohen, son las recomendaciones de Aquilino Cayuela para aquellos que hayan sido buenos

Si ustedes quieren iniciar el año con buenas lecturas, les ayudo a elaborar una lista.

Advierto que mis recomendaciones, para su carta a los Reyes Magos, no contiene libros fáciles como los superventas, ni textos para evadirse como los thrillers, aunque les prometo que no están exentos de intensidad.

Se trata de obras que les introducen en la realidad de nuestro tiempo y en un contexto amplio: el de la Europa de la modernidad tardía. Lean ustedes lo que ocurrió hace un siglo aproximadamente y encuentren un espejo para el tiempo presente, porque nosotros nos podríamos encontrar nuevamente «huérfanos y mal queridos por el tiempo» al igual que los personajes que desfilan por las páginas de Vida y destino, de Vassili Grossman. 

Testigos de una Europa convulsa

He aquí mi primera recomendación, esta gran epopeya rusa (a lo Tolstoi, a lo Pasternak) y una de las mejores descripciones de las tripas del totalitarismo, narradas por alguien que se vio engullido por el curso dramático y complicado de la Historia, justo en el momento en que se desataron las Furias: las ideologías, el totalitarismo y la guerra. Esta obra maestra de Grossman le fue confiscada bajo la advertencia de que no podría publicarse «en al menos doscientos años» porque, para los dirigentes ideológicos del Politburó en la etapa de Nikita Jrushchov, era un libro que podía hacer más daño a la Unión Soviética que el Doctor Zhivago de Pasternak. Gracias a la labor de algunos disidentes, que lo fotografiaron página a página llevando los negativos al extranjero, la novela se pudo publicar en Suiza mucho tiempo después, en 1980. Se trata de una obra fascinante en sus numerosos personajes, que crean un mosaico de historias conmovedoras. Asimismo, muestra la gran tragedia de aquellas gentes normales y corrientes que tuvieron que luchar a la vez contra los invasores, los nacionalsocialistas alemanes, y, sufrir el totalitarismo de su propio estado, el comunista soviético de Stalin; dos ideologías que en sus entrañas se unen bajo el mismo concepto.

Retratos del totalitarismo

Lo cierto es que la historia tiene sus lecciones, sus giros y recovecos y hay enseñanzas que no debemos olvidar porque, a menudo, los humanos tropezamos con las mismas piedras. Por eso, en estos años, cuando he enseñado pensamiento político contemporáneo recomiendo a mis alumnos que lean a Grossman, al menos su breve obra Todo fluye: se trata de la historia de Ivan Grigoriévitch; otro de aquellos que quedaron atrapados en ese tiempo complicado y tortuoso; un nuevo Edmundo Dantés que, en este caso, no se transforma en el vengador Conde de Montecristo (como dice el intelectual francés Finkielkraut), sino que se deja llevar: «todo fluye, ningún sitio, ninguna estancia, ningún hogar contraviene la ley del tiempo», arrollado en medio de uno de los mejores retratos sobre el comunismo, de Lenin a Stalin, que podemos encontrar hoy. 

Zweig, Roth, Mann, Musil, Celine

Junto a Grossman hubo tantos autores lúcidos, todos atropellados por los acontecimientos de la historia que les obligaron a tomar decisiones que jamás hubiesen imaginado: Stefan Zweig, Joseph Roth, Thomas Mann, Robert Musil o Louis Ferdinad Celine. Todos ellos espejos en los que mirarnos: no dejen de leer a Stefan Zweig y su Mundo de ayer. Memorias de un europeo, una obra que les abrirá a una mejor comprensión de Europa, la de ayer y la de hoy. Lean, por favor, La marcha Radetzky y La cripta de los capuchinos, de Joseph Roth; o a Thomas Mann cuando cometió el error de ser belicista, en Consideraciones de un apolítico, si quieren comprender, bajo la mirada de estos testigos privilegiados y sagaces la realidad de Europa un siglo atrás y cómo se desencadenó la gran guerra en el momento más inesperado. Incluso, si son curiosos y quieren conocer mejor la Europa central no se priven de pedir en su carta El genio Austrohúngaro de William M. Johnston; una historia intelectual y social con toda la riqueza que produjo este imperio en su último periodo, entre 1848 y 1938, una joya que combina historia, cultura y sociedad para los más curiosos. Y, por último, hablando de curiosidades, pídanse las obras cortas, cortísimas, irónicas y sublimes de Bohumil Hrabal y sus Trenes rigurosamente vigilados o Una soledad demasiado ruidosa. 

Disfruten de todo esto, si han sido buenos y los Magos no les traen carbón en vez de libros, precisamente porque la Unión Europea y sus instituciones sí merecen carbón pues se muestran, a menudo, frívolas, ideologizadas y despistadas, tanto como aquella Sociedad de Naciones que Albert Cohen retrató maravillosamente en su novela Bella del Señor (otra recomendación para su lista de Reyes). Si las instituciones europeas están hoy alejadas de la realidad y preocupadas por modas ideológicas ustedes no lo hagan y busquen lecturas con criterio

No quería más que invitarles a pedir a los Magos de Oriente alguna de estas obras para disfrutarlas en el nuevo año y, sobre todo, pidan en sus cartas: paz, prosperidad y la disipación de esta epidemia que nos atenaza. Muy feliz año 2022 a todos ustedes. 

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