
Max Verstappen, con el título del GP de Qatatr
La FIA sigue adelante en su idea de prohibir las palabrotas y las sancionará con grandes multas
Después de que Max Verstappen fuese sancionado en varias ocasiones por la FIA la temporada pasada, las multas se han aumentado
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La Federación Internacional de Automovilismo (FIA) ha endurecido su postura y ha publicado una actualización de su Código Deportivo que introduce sanciones mucho más estrictas para los pilotos que incurran en comportamientos considerados inadecuados o contrarios a las normas de buena conducta. Después de que Max Verstappen y Charles Leclerc se lanzaran duramente contra Mohammed ben Sulayem, presidente de la FIA, se han puesto castigos mucho mayores por estos actos.
Entre las directrices, se especifica que serán sancionados aquellos actos que incluyan «el uso de lenguaje, gestos o signos ofensivos, insultantes, groseros, irrespetuosos o abusivos, que puedan ser percibidos como inapropiados o causar ofensa, humillación o incomodidad». Además, se enumeran expresamente acciones físicas como «agresiones, codazos, patadas, puñetazos o golpes», así como «incitar a otros a cometer cualquiera de estos actos».
El nuevo reglamento también protege la imagen de la FIA y amplía las sanciones a los comentarios o acciones que la perjudiquen directamente. Esto incluye «cualquier palabra, acción o escrito que cause daño moral o perjudique a la FIA, sus órganos, miembros, directivos o, en general, los intereses del automovilismo y los valores que la organización defiende». También se contemplan sanciones por «cualquier incitación pública a la violencia o al odio».
En cuanto a las penalizaciones, la FIA ha establecido un sistema progresivo: una primera infracción será castigada con una multa de 40.000 euros; una segunda conllevará 80.000 euros, un mes de suspensión y, en caso de reincidencia, la tercera implicará una sanción de 120.000 euros, otro mes de suspensión y la pérdida de puntos en el campeonato, aunque no se especifica cuántos.
No se podrá hablar de política
Por último, la FIA ha subrayado su compromiso con la neutralidad y ha prohibido expresamente «la realización o exhibición de declaraciones o comentarios políticos, religiosos o personales que violen significativamente el principio de neutralidad que la organización promueve según sus estatutos». Con este refuerzo del reglamento, queda claro que la FIA busca imponer un control más estricto sobre el comportamiento de los pilotos dentro y fuera de la pista.