Molina, del Granada, bate a Oblak
Oblak, ¿el peor portero de la Liga?
Recibe 1,22 goles de media por partido para un total de 22 goles encajados frente a los 8 del año pasado en estas fechas, un dato que afianza el dudoso devenir del Atlético este año
No es solo por Oblak que el Atlético lleve 14 goles encajados más que el año pasado a estas alturas, pero es evidente que el esloveno, uno de los mejores guardametas del mundo en los últimos tiempos, quizá el mejor, no es el mismo de la temporada pasada. De todos los arqueros de la Liga solo Ledesma, Reina y Pacheco, del Cádiz, Mallorca y Alavés, respectivamente, han recibido más goles que el cinco veces ganador del trofeo Zamora al mejor cancerbero de la competición.
Guardianes los anteriores de equipos en notoria inferioridad económica y técnica. Una comparación que no se corresponde con el actual campeón de la competición nacional. Son varias, o todas, las líneas y los individuos del equipo que no alcanzan el estado de forma y la inspiración de la pasada temporada. Un síntoma de agotamiento que se refleja quizá mayormente en la defensa, con Mario Hermoso como principal protagonista, además de las lesiones de importantes baluartes como Savic.
Iceberg derretido
La sequía goleadora de Suárez, públicamente expresada en sus conocidas desavenencias con Simeone, y quizá situada en su posición más alejada de la portería contraria, no ayudan al equilibrio de un equipo descompensado si se piensa en el férreo bloque diseñado por el entrenador como seña de identidad. Un iceberg derretido por la dispersión de sus habitantes, no solo en la zaga sino también en los medios, como suma incesante de desajustes cuyo resultado final, como si fuera una operación matemática, diera como resultado final Oblak.
Simeone durante el último partido contra el Granada
Pero, más allá del guardameta protagonista, hay diez jugadores de campo y un entrenador en la banda que preceden a la consecución de un gol en contra. Haber recibido catorce goles más que la temporada pasada no parece un resultado exclusivamente calculado por Oblak, sin eludir su responsabilidad, sino previsto por un conjunto en horas bajas para el que empieza un nuevo año en el que dejar atrás cinco derrotas y cinco empates y donde comenzar a reducir los trece puntos menos respecto al curso anterior.
Quizá nada mejor para dejar de pensar, como claro síntoma inequívoco de la real situación actual del Atlético de Madrid (cuyo todopoderoso responsable es Diego Pablo Simeone), que Oblak pueda ser hoy el peor portero de la Liga.
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