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Miguel Reina, junto a su hijo Pepe, en una imagen de archivo

Miguel Reina, junto a su hijo Pepe, en una imagen de archivo

El otro Reina, el portero al que el Barça no ayudó y 'arruinó' la primera Champions del Atlético

Cuando uno pronuncia el apellido Reina y habla de fútbol le viene a la mente el nombre de Pepe, uno de los porteros españoles que tuvo la suerte de formar parte de la era dorada de la selección nacional entre 2008 y 2012, años en los que España consiguió dos Eurocopas y el Mundial de 2010.

Pero antes de Pepe, que a lo largo de sus 20 años como guardameta profesional militó en equipos como el Barcelona, Liverpool, Bayern de Múnich, Miguel Reina, su padre, hizo carrera como portero profesional y, al igual que su hijo, tuvo la oportunidad de vestir las camisetas de algunos de los mejores clubes del fútbol español.

Miguel Reina empezó su carrera como portero en las categorías inferiores del Córdoba, su ciudad natal, y en 1964 dio el salto al primer equipo del conjunto blanquiverde, donde estuvo hasta 1966, año en el que hizo las maletas y fichó por el Barcelona de Roque Olsen, entrenador del conjunto azulgrana en aquella época que le hizo debutar, precisamente, contra su Córdoba.

El paso de Miguel Reina por el Barça fue positivo. Con la elástica azulgrana consiguió un Zamora (premio que se entrega al portero menos goleado de la temporada), dos Copas del Generalísimo y una Copa de Ferias. Sin embargo, los años finales de Miguel en el Barça no fueron todo lo buenos que él habría deseado.

Además de portero, Miguel Reina fue empresario y montó una fábrica de confección que le generó más problemas de los deseados y que le llevó a hacer una suspensión de pagos de 30 millones de pesetas. Ante esa situación tan límite, el portero le pidió ayuda al Barcelona y le propuso al conjunto catalán que le adelantaran la ficha de cinco años para poder llegar a un convenio y pagar a sus trabajadores. La respuesta del club azulgrana fue negativa y a Miguel no le quedó otra opción que irse traspasado al Atlético de Madrid.

El papel de Vicente Calderón fue clave para que recalara en las filas del conjunto colchonero. Y gracias a su llegada al Manzanares, el padre de Pepe pudo levantar esa suspensión de pagos que tantos dolores de cabeza le estaba generando y que le hizo irse del Barça.

Miguel Reina fue importante en el Atlético de Madrid de aquella época. Con la camiseta rojiblanca, el exportero logró un título de Liga, una Copa del Rey, una Intercontinental y otro premio Zamora, pero en 1973 le 'arruinó' la primera Champions al Atlético al encajar un gol de Schwarzenberg, futbolista del Bayern de Múnich, en el último minuto de ese partido. Estaban tocando la copa con las yemas de los dedos, pero ese error les acabó condenando.

La carrera deportiva de Miguel Reina concluyó en la temporada 79-80 y se despidió del fútbol profesional tras haber disputado un total de 312 partidos en Primera División, una cifra que deja claro que fue uno de los mejores porteros de la época.

Su paso por la política

Más allá del fútbol, la vida de Miguel Reina ha estado marcada por su paso por la política. En 2011, el padre de Pepe formó parte de la candidatura del Partido Popular a la alcaldía de Córdoba y en 2013 fue nombrado concejal de deportes en el Ayuntamiento de la ciudad andaluza.

En sus años como concejal, Miguel recibió varias denuncias por supuestas comisiones de delitos de prevaricación administrativa cuando estuvo al frente del Instituto Municipal de Deportes (IMDECO), pero en 2017 esas demandas fueron archivadas por la Audiencia Provincial de Córdoba por petición de la defensa y la Fiscalía.

«No me arrepiento de haber entrado en política. Lo disfruté y además limpié. Que hay gente deshonesta en todos lados», afirmó Miguel Reina en una entrevista con Relevo el pasado mes de octubre de 2024.

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