El primer ministro británico, Keir Starmer
El Gobierno británico rechaza la idea de que la Premier League se juegue en el extranjero
El Gobierno de Keir Starmer va a tratar de sacar una enmienda para prohibir que la liga inglesa se dispute fuera de las fronteras del Reino Unido
¿Qué opina sobre la decisión de la RFEF y LaLiga de llevar el Villarreal - Barcelona a Estados Unidos?
El Gobierno británico se posicionó el pasado mes de mayo en contra de que se jueguen partidos de la Premier League en el extranjero.
La confirmación de que el Villarreal-Barcelona, correspondiente a la Liga española, se jugará en Miami, ha brotado la posibilidad de que otras competiciones se unan a esta práctica, pero el Gobierno británico ya trabaja para que esto no sea posible en Inglaterra.
En mayo de este año, se filtró que el Gobierno de Keir Starmer va a tratar de sacar una enmienda que se incluiría en la recientemente aprobada nueva regulación del fútbol, la cual prohibirá que la Premier League y las divisiones de la EFL (de la Segunda a la Cuarta división) puedan disputar encuentros en el extranjero.
La Premier, a través de su presidente, Richard Masters, ya confirmó en el verano de 2024 que no había planes para llevarse partidos al extranjero y que no había habido conversaciones sobre ello desde 2008, cuando se canceló la iniciativa de jugar una jornada fuera de las fronteras del Reino Unido. Ni a los aficionados ni a la FIFA les gustó esta propuesta.
Sin embargo, hasta que se apruebe este cambio en la regulación, siempre va a existir la posibilidad de que se recupere esa iniciativa, ya que son los propios clubes los que tienen el poder de tomar estas decisiones. Si 14 de ellos votaran a favor, se llevaría a cabo, aunque probablemente tuvieran que lidiar con quejas y manifestaciones como las que surgieron de la creación de la Superliga en la primavera de 2021.
Actualmente, once de los veinte equipos de la Premier League tienen dueños estadounidenses, en tanto que Tom Werner, presidente del Liverpool, afirmó el año pasado que le «encantaría» que se jugaran partidos en Nueva York, Tokio, Riad y Río de Janeiro.
Otros, como el dueño del Bournemouth, Bill Foley, también estadounidense, apuntó no estar a favor de esta iniciativa.