Davidovich se rehace contra Dimitrov y se mete en la final de Montecarlo

En el Masters de Montecarlo, el mejor torneo de su carrera, Alejandro Davidovich pasó en semifinales por casi todos los estados de la vida y del tenis. Comenzó dominando el encuentro ante Dimitrov y después perdiéndolo en una muerte súbita casi imprevisible a la que se subió el búlgaro para comenzar a darle la vuelta a un partido que tenía medianamente en su mano el español.

Lo que vino después fue un desplome que pareció mayor luego de que el búlgaro se impusiera en un juego de catorce minutos. Llegaron las asistencias para el malagueño, hijo de rusos, que parecía remar inútilmente en medio de una tempestad sobrevenida.

Un veterano Dimitrov parecía haber tomado el mando del encuentro para no soltarlo, con un «aspirante» sin sensaciones y gestos inequívocos de haber olvidado la forma de jugarle a «Baby Federer», cuando Alejandro recuperó su juego para imponerse en una paciente reacción que ya no tuvo respuesta y que pone al tenis español de nuevo en lo más alto con un representante en todas las finales de Masters 1000 disputadas este año, tras la de Nadal en Indian Wells y el triunfo de Alcaraz sobre el cemento de Miami.