
Cartel de alquiler en un edificio de la capital.
Vivienda
El Gobierno va a subir el IRPF a los caseros
El comité de expertos ha planteado, por su parte, eliminar las exenciones y las reducciones de este impuesto
Nuevo hachazo a los arrendadores de viviendas. La actual regulación del Impuesto de la Renta sobre las Personas Físicas (IRPF) permite que los caseros que alquilan sus inmuebles a personas que la usen como «vivienda a largo plazo» se realicen una reducción del 60% de sus rendimientos. Este beneficio fiscal provoca que se estimulen los alquileres, ya que supone una importante rebaja en el IRPF de los arrendadores.
Sin embargo, la nueva Ley de Vivienda -que continúa en trámite parlamentario- contempla un cambio en la normativa, ya que esta reducción se modifica, en la mayoría de los casos, al 50%. Todo ello va a suponer una efectiva subida del IRPF para estos arrendadores, que afecta especialmente a los pequeños propietarios.
La nueva legislación introduce el término «zonas tensionadas», que se definen como aquellas en las que las hipotecas o los alquileres superen el 30% de los ingresos medios de los hogares. Además, también se califican como «zonas tensionadas» las áreas en las que el alquiler haya subido un 5% sobre el IPC en los últimos 5 años. No obstante, todavía no se sabe cómo va a hacer el Estado estas mediciones.
La Disposición final segunda del anteproyecto determina que sobre los rendimientos de los caseros que tengan sus inmuebles en una «zona tensionada» se podrán aplicar una reducción del 90% del IRPF si el arrendador ha rebajado la renta un 5% al inquilino respecto al último contrato, del 70% a quienes destinen la casa a alquiler social en un precio inferior a los programas públicos para personas en vulnerabilidad, y un 60% a aquellos que hayan acometido «obras de rehabilitación». Así pues, en la inmensa mayoría de los casos la reducción se queda en el 50%, un 10% menos de lo que se pueden reducir los caseros actualmente.La propuesta del Comité de Expertos
El Libro Blanco para la Reforma Fiscal sugiere que «el actual es un buen momento para plantear una revisión del IRPF» cuyo primer objetivo «debería ser el ensanchamiento de la base imponible del IRPF, suprimiendo aquellas exenciones, reducciones, deducciones o regímenes especiales cuyo mantenimiento no esté justificado».
Por lo tanto, los expertos van más allá que el Gobierno con la Ley de Vivienda, y opinan que se elimine por completo la reducción del IRPF de los caseros: «El Comité considera que, en el momento presente, no parecen existir razones sólidas para el mantenimiento de la reducción estatal por arrendamiento de vivienda» por lo que «el Comité recomienda que se valore la posibilidad de eliminar o rebajar sustancialmente la reducción estatal de los rendimientos netos del arrendamiento de bienes inmuebles destinados a vivienda», recoge el documento.
Asimismo, el Libro Blanco también recomienda que se suprima la tributación conjunta del IRPF. Hoy en día los cónyuges pueden elegir entre realizar dos tributaciones distintas o solo una. Esto favorece a los matrimonios en los que únicamente uno de sus miembros trabaja, u obtiene sustancialmente más rendimientos que el otro, ya que en estos casos se reduce la cuota de ambos. Sin embargo, los expertos de Montero creen que: «estas finalidades de la reducción son extrañas a un impuesto individual, como pretende serlo el IRPF y, por tal motivo, es partidario de estudiar la posible sustitución de la reducción por tributación conjunta por un mínimo». Así pues, el Estado aumentaría de esta manera su recaudación.