A Nadia Calviño se le ha complicado un proceso que parecía ganado para presidir el Banco Europeo de Inversiones
Francia mete presión a Calviño por las reglas fiscales con la candidatura al BEI en el aire
Los franceses condicionan el apoyo a la vicepresidenta para el Banco de Inversiones a que esta facilite unas normas de deuda más flexibles, según Politico
Más presión a Calviño en plena carrera para liderar el Banco Europeo de Inversiones (BEI). La vicepresidenta primera y ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, no termina de amarrar los apoyos necesarios para sustituir, a partir de enero, al alemán Werner Hoyer.
Como ya contó El Debate, el proceso se está alargando, pese que, según Bloomberg, Alemania ya se habría posicionado a favor de la española. Sin embargo, dicho apoyo aún no se ha confirmado de manera pública. Igualmente Francia sigue aún sin pronunciarse.
En este sentido, un alto diplomático francés con conocimiento directo de las negociaciones en el BEI aseguró a Politico que Francia condiciona su apoyo a la vicepresidenta a que esta respalde unas reglas fiscales más flexibles. Calviño preside actualmente preside el Ecofin, el consejo de ministros de Finanzas de la Unión Europea.
La misma fuente asegura que la negociación también está vinculada a que París se haga con la sede de la agencia europea antiblanqueo, a la que opta Madrid, la AMLA. «La decisión pendiente sobre AMLA es [también] parte de la discusión», según Politico.
«La elección de nuestra ciudad permitiría atraer talento e incrementar la actividad económica, reforzando la posición de Madrid como sede institucional y polo económico en Europa, y la imagen de España como referente internacional en la lucha contra el blanqueo de capitales», aseguró el ayuntamiento de la ciudad, en un acto que contó con la presencia del Secretario General del Tesoro y Financiación Internacional, del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital.
La propuesta de Calviño endurecer las reglas ha sido interpretada por algunos como un intento de ganarse a Alemania, lo que ha suscitado críticas por no ser lo suficientemente ambiciosa y por no mantener la neutralidad necesaria en su rol actual.
El ministro francés Bruno Le Maire ha anunciado que negociará directamente con Alemania un acuerdo sobre las nuevas reglas de déficit, para luego presentarlo como una solución a Calviño y al resto de los 27 países de la UE antes de fin de año.
Una posición delicada
En comparación con otros candidatos, como la danesa Margrethe Vestager, Calviño no ha tomado medidas para evitar conflictos de interés: Vestager sí ha tomado una excedencia temporal en sus responsabilidades actuales. Esto resalta más el conflicto de intereses en el que se encuentra y pone en duda su capacidad para representar adecuadamente los intereses de España.
La carrera para presidir el BEI sigue estancada, con cinco candidatos en el limbo y ninguna señal clara de progreso. A pesar de que Calviño se perfilaba como la favorita, la falta de decisión y el estancamiento del proceso están enviando una mala señal, según observadores próximos al proceso.
El mandato del presidente actual del BEI, el alemán Werner Hoyer, concluye el próximo 31 de diciembre, y se supone que para el 1 de enero el proceso debería estar resuelto. Sin embargo, las semanas pasan y la incertidumbre sigue en aumento.
La elección del presidente del BEI se decide por el consejo de gobernadores de la entidad, compuesto por los ministros de Finanzas de los países miembros, que a su vez son accionistas representando a la parte del capital de sus respectivos países. Para ser elegido, el ganador debe contar con 18 votos y el 68% del capital, lo que significa que tanto los países grandes como los pequeños tienen voz en el proceso, pero la de los grandes pesa más.
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