Milagro Milei: los grandes logros económicos del presidente argentino en su primer año de mandato
El nuevo presidente argentino llegó para tratar de convertir de nuevo a Argentina en un pueblo con ilusión y con ganas de ser líderes mundiales de nuevo
El próximo martes, 10 de diciembre, va a hacer un año desde que Javier Milei tomó las riendas de la nación argentina y recibió un legado que a cualquier otro le hubiese explotado entre las manos. Y aunque ha desactivado muchas de las espoletas que tenía esa bomba, quedan todavía algunas pendientes de desactivar y que todavía pueden terminar explotando.
Hay algo muy importante y que Javier Milei hace muy bien: se lo explica todo al pueblo. Les ha contado muy claramente lo que se ha encontrado, les ha explicado lo que debe de hacer para resolver el problema. Y no de forma general, sino que cada vez que necesita tomar una medida antipopular le explica a la nación lo que debe pasar y cuánto tiempo le va a costar que pase. Y el tiempo le está dando la razón, porque cada mes que pasa las cosas mejoran, cada trimestre se ve que está más cerca de revivir una economía que estaba muerta y desganada.
No se asusta ante las dificultades, no tiene miedo de salir a la calle y de estar permanentemente dando explicaciones. Ha pasado un año y todavía sigue fresco en la relación con el pueblo, con la gente que le votó y que le pidió que cumpliera con su palabra de utilizar la 'motosierra' para cortar todo gasto inútil, y que tratase de convertir de nuevo a Argentina en un pueblo con ilusión y con ganas de ser líderes mundiales de nuevo.
Milei recibió un país con una inflación anual galopante del 211 %, en donde los alimentos habían subido un 251 % en el último año, y una inflación mensual que se fue hasta un 25,5 % en diciembre, y los alimentos se dispararon un 29,7 % ese mismo mes.
La situación era insostenible. No se podía seguir imprimiendo pesos para pagar los gastos, nadie le prestaba dinero a Argentina y la única solución de atajar ese problema era con las consecuencias que se sabían: parón de la actividad y caída del PIB, cambiando un crecimiento ficticio, pero crecimiento al fin y al cabo, por un decrecimiento.
Han pasado, oficialmente con datos, diez meses. La inflación ha ido bajando mes a mes: al 20,6 % en enero, al 11 % en marzo, al 4 % en julio y al 2,7 % en el mes de octubre, último mes del que hay datos oficiales del INDEC (Instituto Nacional de Estadística y Censos).
Además, el índice de precios de los alimentos ha seguido la misma tónica e incluso un poco mejor. En marzo la subida fue del 10,5 %, ya inferior al IPC, en julio fue el 3,2 % y en octubre del 1,2 %, cuando en España los alimentos se han encarecido un 1,4 %. Esto quiere decir, ni más ni menos, que ya se está consiguiendo, incluso, que el precio de los alimentos crezcan menos de lo que lo están haciendo en España.
Esto sí es un ejemplo de buena gestión. Pero por si todavía algún 'zurdo' lo duda, el índice de los precios del vestido y del calzado en Argentina en octubre ha subido un 4,4 % y en la España de la corrupción masiva ha crecido un 8,5 %. Y si alguien quiere bronca tengo más.
Para que todos veamos las luces y las sombras de la gestión de Milei y las espoletas que le quedan por desactivar he preparado esta información:
Como indicaba, en los diez primeros meses del año, el IPC ha seguido creciendo, pero mientras en diciembre lo hacía a ritmos del 25,5 % mensual, ya en octubre lo hizo a ritmos del 2,7 %. Son todavía muy altos, pero en franca bajada, que de confirmarse en un par de meses, pueden estar haciéndolo a ritmos de décimas y que coloque el índice anual en cifras de dos dígitos al final del año que viene, o incluso de una cifra.
La deuda en dólares americanos se ha reducido, pasando de 264.481 millones a 255.433 millones de dólares USA que, aunque todavía es poco, ha sido una bajada del 3,4 % —porcentaje que ya quisiéramos los españoles para nuestra deuda en estos momentos—.
Las otras muy buenas noticias: el consumo público, que va directamente relacionado con el gasto público, va a la baja y en los dos primeros trimestres del año ha tenido dos caídas consecutivas, en términos reales, de un 0,9 % en la aportación al PIB y un 1,10 %. Esto demuestra que, al contrario que en España, cuando el PIB crezca no será por la intervención del Estado, el gasto, el déficit y la deuda.
Otra de los grandes éxitos de la política de Milei es que las exportaciones se han disparado. En el primer semestre han llegado a 342.798 millones de pesos, frente a los 270.754 millones del primer semestre de 2023, lo que supone un crecimiento, en términos reales, a precios de 2004, de un 26,6 %. Esto ha llevado a que la balanza comercial haya generado un superávit de 16.638 millones de pesos en este primer semestre, gracias a la bajada de las importaciones.
Las espoletas que quedan pendientes de desactivar son, claramente, el consumo privado, que ha tenido una caída con respecto al primer semestre de 2023 de un 7,9 %, en términos reales, que demuestra que los hogares están sufriendo de forma sustancial, como se ve en la bajada de un 3,1 % y de un 4,1 % en el primer y segundo trimestre del año.
La segunda espoleta es la inversión real o formación bruta de capital, que ha caído un 25,8 % con respecto al primer semestre de 2023 y que acumula una caída del 13,5 % y del 9,1 % en los dos primeros trimestres del año.
Tan pronto consiga frenar la inflación y recuperar el consumo privado y la inversión, Milei le habrá dado la vuelta a la economía Argentina.
Pero lo que ha hecho en un solo año se puede llamar tranquilamente el «MILAGRO MILEI».