Sin fruta, a primera hora de la tarde, en el Mercadona de Medina Azahara
Economía
Los generadores de emergencia permitieron a algunos supermercados abrir sus puertas
El papel higiénico lidera las compras del apagón, seguido del agua y las radios a base de pilas
Dentro del panorama del caos sufrido ayer a raíz del apagón que afectó a toda la península y parte del territorio francés, determinados supermercados pudieron mantener sus puertas abiertas.
Mercadona es una de las compañías alimentarias que mantuvo sus persianas levantadas en la gran mayoría de sus establecimientos, ya que contaban con sus propios grupos electrógenos. Estos generadores de emergencia brindan la posibilidad de proporcionar energía durante aproximadamente 24 horas y permitieron a los clientes pagar con tarjetas bancarias. Pese a contar con ese suministro eléctrico, algunas cámaras frigoríficas se apagaron hasta que se logró la reconexión completa de la electricidad.
A la compañía de Juan Roig se suman la mayoría de centros Carrefour y Alcampo, así como los hipermercados de El Corte Inglés y los supermercados Lidl, todos con un funcionamiento medianamente normal y los datáfonos encendidos. Mientras tanto, Ahorramás solo pudo conservar su actividad en la mitad de sus locales.
Por el otro lado, los supermercados Dia se vieron obligados a esperar a que restableciera la energía, ya que no podían operar con normalidad, y tuvieron que echar la persiana de un total de 2.300 puntos de venta. Sin embargo, en algunos locales los dependientes salieron a las puertas del establecimiento a vender suministros a los clientes a través del pago en efectivo.
Los productos más demandados
Ante la incertidumbre de la situación, todos los locales abiertos, especialmente los de Mercadona, se vieron abarrotados de gente que acabó con las existencias de determinados productos. Lo que más se podía ver en los carros de la compra eran botellas y garrafas de agua mineral, platos de comida preparada, latas de conservas, bolsas de hielo y hornillos de gas para poder cocinar.
Sin embargo, al margen del ámbito alimenticio, el producto estrella volvió a ser tras la pandemia el papel higiénico. Aunque las linternas y las radios a base de pilas que permitían a la gente informarse no se quedaron atrás.
Otros grandes protagonistas ante el caos de los locales fueron los guardias de seguridad, que en todo momento preservaron la calma y organizaron la inmensa masa de gente para evitar altercados.