
La ex ministra Teresa Ribera, con la actual ministra, Sara Aagesen.
Ribera blinda desde Bruselas el tasazo a la nuclear que ella misma aprobó
Asegura por carta que rectificar su propio hachazo a las centrales por la tasa Enresa sería «una ayuda de Estado»
No habrá una bajada de impuestos a las centrales nucleares, como reclaman los titulares de las plantas. Lo dejó claro Pedro Sánchez este miércoles en el Congreso de los Diputados, al criticar a sus dueños «ultrarricos», y lo adelantó la ideóloga de la estrategia energética del Gobierno, Teresa Ribera.
En una carta remitida a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y a la de Extremadura, María Guardiola, apenas tres días antes del apagón del 28 de abril, Ribera aseguró que rebajar las tasas a las nucleares «constituiría una ayuda de Estado bajo las normas de la Unión Europea [...] lo que supone una ventaja económica para los productores de energía nuclear que no reciben sus competidores», como adelanta este viernes el diario El País.
Ribera, actual titular europea de Competencia y vicepresidenta de la Comisión, aprobó el año pasado un incremento del 30 % de la tasa Enresa que las centrales pagan por la gestión de los residuos radioactivos y para adelantar los costes de su futuro desmantelamiento.
El incremento se corresponde con la negativa del Ejecutivo en 2022 a construir un Almacén Temporal Centralizado (ATC), como aprobó en 2009 el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y aprobó el Congreso por unanimidad. Como consecuencia del 7º Plan de Residuos Radiactivos, cada central debe adaptar sus almacenes temporales hasta que esté listo el futuro Almacén Geológico Profundo, que no se espera hasta dentro de varias décadas, lo que ha disparado los costes y justificó el incremento aprobado por Ribera cuando era titular de la cartera de Transición Ecológica.
En la misma línea se había pronunciado la actual titular de Transición Ecológica, Sara Aagesen, en varias entrevistas desde el apagón. Desde el sector nuclear, sin embargo, muestran su sorpresa de que el Gobierno se cierre en banda a recalcular la tasa si se prorroga la vida de las centrales, dado que habría más años para pagar el desmantelamiento nuclear.