Saboteamos nuestro mayor tesoro: el turismo da señales de alerta
Tenemos tres regiones que crecen menos que la media nacional que lo hace todavía a cierre de mayo en un 8,1 %
Hay veces que, al empezar un artículo como este, siento en lo más profundo de mi pensamiento, que este gobierno definitivamente y muchos idiotas que le siguen, quieren destrozar a España
El turismo ha sido, durante décadas, el motor más sólido de la economía española. Aporta ingresos y empleo. En 2024 movió más de 126.000 M€ y hasta el mes de mayo 43.000 M€, y en 2025 ya vamos por 46.586 M€ en ese mismo periodo. Pero detrás de ese crecimiento del 8,1 % se esconde una realidad que no se puede seguir ignorando y es que estamos empujando este modelo de vida y de ingresos hacia el colapso por estupidez, miopía institucional y decisiones hostiles.
El dato más preocupante lo protagoniza de nuevo Cataluña, epicentro turístico durante décadas, consigue de nuevo otro mes, y ya van dos de cinco, retroceder un 1,3 % en ingresos en mayo, y apenas sube un 2,4 % en lo que va de año. En el inicio de la temporada alta, la desaceleración en una de las regiones con más peso internacional debería ser motivo de revisión urgente. Pero no, silencio en la Generalitat, silencio en la Moncloa y, cómo no, silencio en el Ministerio.
Tan grave como esto, lo es que Alemania y Francia, dos de los tres principales emisores de turistas internacionales hacia España, registran caídas del 6,1 % y 6,7 % respectivamente en mayo. Son más de 160.000 visitantes perdidos en un solo mes, y eso no se amortigua con la subida del Reino Unido, que lo hace en un 7,3 %, y aporta 140.458 turistas más que el año anterior.
Que mayo ha sido malo ya nadie lo va a poder discutir, pero el riesgo lo tenemos en los cuatro meses más importantes del año
No sé si lo que está ocurriendo es una situación coyuntural en un mal mes o, lo que podría ser mucho peor, es un cambio de tendencia y, por lo tanto, un cambio estructural. El año pasado en mayo crecíamos en ingresos un 19,7 % y acumulábamos un crecimiento en ingresos del 21,5 %. Este año en el mes crecemos solo un 4,9 %, es decir, crecemos 4 veces menos y acumulados llevamos un crecimiento del 8,1%, lo cual nos dice que crecemos 2,7 veces menos.
Pero si esto ya es un mal síntoma, si miramos en el número de turistas, en 2024 en mayo crecíamos un 11,5 % y este año un 1,5 %, lo que significa que creemos casi 8 veces menos y en el acumulado de los 5 primeros meses crecíamos un 13,5 % y este año un 5,5 %, lo cual quiere decir que crecemos 2,5 veces menos.
Que mayo ha sido malo ya nadie lo va a poder discutir, pero el riesgo lo tenemos en los cuatro meses más importantes del año (junio a septiembre), de los cuales dependen nuestras exportaciones de servicios que son uno de los factores fundamentales del crecimiento del PIB.
Los datos publicados por el INE y que, a continuación, muestro, son la realidad palpable de lo que está pasando y de lo que nos puede llevar a una situación de desastre nacional:
Tenemos tres regiones que crecen menos que la media nacional que lo hace todavía a cierre de mayo en un 8,1 %. Las tres mencionadas son Cataluña, que se ha parado en seco y solo crece un 2,4 %, Canarias, que ha decidido ponerse palos en la rueda y crece un 7 %, y la Comunidad Valenciana, que puede tener sobre sus espaldas los efectos colaterales de la DANA.
Que Alemania y Francia también crezcan por debajo de la media de número de turistas recibidos que sólo crece un 5,5 % es enormemente preocupante. Alemania sólo crece un 1,8 % y Francia un 3,9 %, nos indica dos cosas, que los dos países no están pasando por su mejor momento económico y que los turistas de esos países están buscando lugares más baratos y atractivos en donde los traten mejor que en España, que hay zonas que se han vuelto hostiles con ellos.
Es urgente activar un plan nacional con medidas claras como eliminar discursos negativos desde gobiernos autonómicos y sustituirlos por campañas de calidad, responsabilidad y prestigio internacional, tratar de ajustar la presión fiscal turística, procurando una mayor efectividad en los precios y evitar que cada municipio decida su propio modelo legislativo respecto de las viviendas turísticas y genere desincentivación a la llegada de turistas extranjeros.
El año pasado estábamos convencidos de que llegábamos este año a la cifra mágica de 100 millones de turistas recibidos. Ya esa cifra se hace prácticamente imposible.
España no puede permitirse matar a la gallina de los huevos de oro que ha sostenido buena parte del crecimiento económico de las últimas décadas. El turismo internacional no es el problema, lo estamos convirtiendo en la víctima de una gestión errática, vacía y alejada del terreno, con el riesgo de que escojan otros destinos y dejen de venir a nuestro país.
Los datos ya están alertando y ojo que lo construido en muchos años de buena gestión lo podemos hundir en muy poco tiempo.