Defensa y Sánchez siguen sin cumplir sus compromisos internacionales
A la UE le faltan cinco años para poder defenderse sola de un ataque de Rusia con armas tradicionales y casi una década para sí, de verdad quiere, tener suficiente armamento nuclear para que Rusia nos respete. Y muchos miles de millones de euros
Estamos ante una situación que, aparentemente, puede ser complicada y seria, con una Rusia armada hasta los dientes y con una tecnología capaz de lanzar un misil que llegue y explote en el centro de Londres en menos de tres minutos y en unos cinco minutos llegue a la capital de España, según las manifestaciones públicas de Mark Rutte, secretario general de la OTAN.
Rusia está en esa fase en la que tiene una posición muy clara de que la Unión Europea está sola y además en un entorno económico muy complicado.
El jueves pasado, día 11 de septiembre, tuve la oportunidad de asistir a una charla privada, de una persona que perteneció al cuerpo diplomático español.
En esta charla dejó muchas frases memorables, la que más me impactó fue que a la UE le faltan cinco años para poder defenderse sola de un ataque de Rusia con armas tradicionales y casi una década para sí, de verdad quiere, tener suficiente armamento nuclear para que Rusia nos respete. Para ello hay que invertir muchos miles de millones de euros.
La segunda frase que también me dejó impresionado, es que hace seis meses nadie en la UE hablaba ni pensaba que la debía de armarse y que en estos momentos en Bruselas la gran preocupación es la defensa y armarse para una posible guerra.
Hace seis meses nadie en la UE hablaba ni pensaba que debía armarse. Hoy es la preocupación número uno
Les aseguro que no soy, ni pretendo serlo, un experto en guerra y en análisis geopolítico, pero este ex diplomático sí lo es. Aunque se le veía tranquilo, nos intranquilizó a muchos de los que estábamos allí, porque ni él tenía claro cual podía ser la posición de la administración americana ante un posible conflicto Europa-Rusia.
Dicho esto, mi objetivo no es alarmar a nadie, sino, a continuación, analizar cómo está el Presupuesto del Ministerio de Defensa con los últimos datos de la Intervención General de la Administración del Estado.
Previamente a analizar los datos, recordar que, a cierre del mes de julio, hemos alcanzado un déficit en la Administración General del Estado equivalente al 106 % de todo el año, casi 40.000 millones, los gastos se han disparado y han llegado a los 207.000 millones y la deuda a cierre de junio se ha ido a 70.000 millones, con una cifra nunca antes vista de 1,691 billones de euros.
Con esta situación vamos a ver que el Ministerio de Defensa va al 31,2 % de ejecución de su presupuesto, que en Inversiones estamos al 14,3 % de lo presupuestado y que el Presupuesto sólo supone el 1,1 % del PIB Nominal estimado. Los datos muestran que, hasta julio, solo se ha ejecutado el equivalente al 0,34 % del PIB.
El presupuesto de Defensa realmente se concentra en tres partidas: Personal, Gastos Corrientes e Inversiones. Entre las tres suman 17.403 millones de euros y representan el 94,2 % del total.
En la única que estamos casi al día es en los gastos de personal, que llevamos ejecutados el 49,3 %, porque todavía falta una paga extra que se contabilizará en diciembre.
En gastos corrientes vamos solo al 29,2 % muy por detrás y difícil de entender, salvo que aquí también se esté produciendo un retraso en la contabilización.
En Inversiones Reales, solo llevamos ejecutado 1.320 millones. Ejecutado significa comprometido, porque pagado vamos 106 millones por debajo de lo ejecutado. Esta ejecución significa que estamos al 14,3 % del objetivo y que, sobre este presupuesto, como mínimo tendremos que contabilizar 7.900 millones más para quedar al 100 %. Al Ministerio de Defensa le quedan ya solo tres meses y medio de capacidad para la ejecución, porque agosto se ha perdido entre fuegos y vacaciones y septiembre ha empezado tormentoso.
Formamos parte de una comunidad, la europea y pertenecemos a un club, la OTAN, a la que entramos por un referéndum que presentó otro socialista.
Las dos cosas comprometen a los gobiernos y si queremos salirnos y no tener compromisos, lo que hay que hacer es realizar otro referéndum para que los ciudadanos digan lo que quieren. Pero mientras tanto hay que cumplir los compromisos y si no lo hacemos quedaremos ante la comunidad internacional, como estamos quedando con los inversores, que a la hora de invertir miran para otro lado.
Pedro Sánchez, como estrategia para que no se hable de Begoña, la lideresa de saunas donde se practicaba la prostitución, o del hermano músico que declaraba sus ingresos pagados por la Diputación de Badajoz en Portugal, está dispuesto a hundir la reputación de nuestro país a base de enfrentamientos, que no sirven para nada, salvo para distraer y crear cortinas de humo.
Pero nuestro país no se merece esto, ni a este presidente.