Tanta revisión del PIB ya empieza a resultar sorprendente
Todo esto sirve para que Economía declare que «en estos últimos años hemos conseguido crecer y a la vez reducir nuestra deuda de manera significativa». Eso es algo rotundamente falso
Cada día está más claro que el INE empieza a darse cuenta de que los números no cuadran. La tezanización de los datos se estaba llevando a cabo con muchos puntos débiles y algunos ya habíamos detectado los errores de «meter la cuchara» en el cocido del PIB.
Como señala el gran José María Rotellar, director del Observatorio Económico de la Universidad Francisco de Vitoria, en uno de sus artículos: «Todo parece magia estadística, inexplicable, cuando la estadística es una ciencia y el INE tiene profesionales serios y rigurosos. Sería una pena que el Gobierno tratase también de controlarlo y convertirlo en un CIS estadístico. Confiemos en que eso no suceda».
Sin embargo, desde que Elena Manzanera llegó a la presidencia del INE en agosto de 2022, las modificaciones constantes del PIB no han dejado de producirse, dejándonos a todos completamente anonadados.
Es evidente que las revisiones son necesarias. Pero tantas y en tan poco tiempo resultan, como mínimo, sorprendentes.
Todo esto sirve para que el ministro de Economía y Empresas declare en una rueda de prensa tras un Consejo de Ministros: «En estos últimos años hemos conseguido crecer y a la vez reducir nuestra deuda de manera significativa».
Simplemente es falso, rotundamente falso. Nuestra deuda no para de crecer y solo en agosto ha crecido en 21.000 millones y llevamos acumulados 73.000 millones en los 8 primeros meses del año: Seguimos los pasos de Francia: España se hunde en la deuda con 21.437 millones más en agosto, lo que quiere decir el ministro, pero lo tergiversa y manipula, es que la ratio deuda sobre PIB baja.
Como esa ratio es lo que más interesa a los burócratas de la Unión Europea, resulta fundamental la «ayuda» del INE al hacer subir el PIB. Con un descontrol absoluto en el crecimiento de la deuda, basta con inflar el denominador del cálculo para que la ratio aparente sea más baja.
Además, allí donde el «cocido del PIB» estaba demasiado salado se le echa «agua» para rebajar la salinidad
Además, allí donde el «cocido del PIB» estaba demasiado salado —como en la Formación Bruta de Capital (FBC) y las Exportaciones de Bienes— se le echa «agua» para rebajar la salinidad.
Lo que está pasando en este país con la estadística es cada día más preocupante y por eso es necesario ir poniendo encima de la mesa que está pasando.
Hoy les voy a mostrar que retoques ha hecho el INE de Manzanera, para que veamos como todos los conceptos bajan, excepto uno, pero la suma final aporta 4.374 millones.
Acaban de dejar en definitivo ya el PIB del 2022, con otra mejora sobre la que ya habían realizado ajustes anteriormente en varias ocasiones y han conseguido, en esta última modificación, que el PIB se incremente en 2.234 millones, otro 0,2 %, con una subida de 1.302 millones en el Consumo privado, 982 millones en la formación bruta de capital y una bajada en las importaciones de bienes y servicios de 210 millones.
En 2023, dato que sigue siendo provisional y susceptible de ser mejorado, dan un ligera bajada de 563 millones, equivalente a una bajada del 0,04 %, en donde vuelven a subir la Formación Bruta de Capital, en 1.624 millones, y ajustan a la baja, en 3.848 millones de euros, las exportaciones de bienes y servicios, porque, seguramente, tenían serios problemas al convertir a términos reales y que estos datos se sostuviesen.
El otro retoque se produce en 2024, que el PIB sube 2.703 millones, que sube otro 0,2 %, pero todo se lo llevan a la FBC con una subida de 11.690 millones y grandes bajadas en Consumo Privado, ya que no se sostenía por ningún lado el crecimiento y exportaciones.
Por si alguien quiere entender porque se tocan tanto la FBC como las exportaciones, les recomiendo estos dos artículos: El maquillaje no arregla las ojeras, las arrugas y la cara demacrada de nuestras exportaciones y El INE y su varita mágica: lo que debería ser transparencia se convierte en ilusionismo institucional.
Un truco que se vuelve en contra
Pero lo que se arregla para cuadrar cifras en un año, se convierte en un problema al siguiente. Lo que creció artificialmente en 2024, ahora crece de menos en 2025. Pronto veremos cómo se vuelve a tezanizar el 2025, porque al dejar la FBC en términos corrientes, los datos trimestrales mostrarán anomalías evidentes en los crecimientos intertrimestrales.
Ya se lo advertí a la Sra. Manzanera cuando modificó el IPC: al no mantener dos series paralelas, el ajuste le sirvió para contener la inflación y evitar que pensiones y salarios públicos subieran casi un 3 % más, pero en 2024 el truco se volvió en su contra.
Ahora esta nueva subida acabará afectando también a los datos que se tendrán que «retocar» para sostener los crecimientos de 2025. Porque todo esto es una bola de nieve que baja por la montaña y no para de crecer, hasta convertirse en un alud capaz de arrasar nuestra economía, la credibilidad internacional de España y colocarnos en el camino de ser «la segunda Grecia».