La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz.
La relación entre Yolanda Díaz y Garamendi, en el alambre tras el fracaso de la reducción de jornada
La ministra endurece el tono con el presidente de la patronal, al que ha acusado de «machismo rampante» y de haber sufrido «un cambio sustancial» tras reunirse con Javier Milei
Yolanda Díaz sigue elevando el tono contra la patronal tras el fracaso de la reducción de jornada. Si hace unos días acusaba a Antonio Garamendi de «machismo rampante», ahora asegura que «no reconoce» al presidente de la CEOE y le achaca haber sufrido «un cambio sustancial» desde que «se hizo la foto» con el presidente argentino, Javier Milei.
En una entrevista en Radiocable, la vicepresidenta segunda ha afirmado que el líder empresarial está haciendo «dejación de funciones» como, a su juicio, ocurrió en la mesa de negociación sobre la reducción de jornada, donde asegura que la CEOE estuvo «de brazos caídos». Díaz lo ha instado a aclarar de qué lado se sitúa, «si del lado del diálogo social y de los intereses de las empresas españolas, o del lado de la derecha y la extrema derecha, que tienen como estrategia única golpear al Gobierno».
La ministra ha exigido además una rectificación tras las palabras de Garamendi en las que sugirió que el Ejecutivo actúa siguiendo un manual «previo a la caída del muro de Berlín». «Es absolutamente inaceptable que haga este tipo de calificaciones», recalcó, y acusó al presidente de la patronal de «mentir» sobre el origen de la norma del registro horario, que estuvo en la mesa de diálogo social durante once meses.
Díaz ha rematado asegurando que Garamendi «sangra por la herida» porque lo que más preocupa a la patronal no es la reducción de jornada en sí, sino el endurecimiento del control horario para evitar «excesos de jornadas indecentes que se siguen practicando hoy en España».
«Machismo rampante»
La semana pasada, Díaz ya acusó a Garamendi de «machismo rampante» y de «no saber lo que es trabajar 40 horas a la semana», en alusión a sus críticas al Ministerio por impulsar el registro horario después de que el Congreso tumbara la reducción de jornada. También lo reprochó por apelar a la «cultura del esfuerzo» cuando gana «25 veces el salario mínimo».
Garamendi, por su parte, afeó a la ministra el uso de «insultos y descalificaciones personales» y actuar con un «manual de regímenes autoritarios» al imponer normas que el Parlamento ha rechazado. «Lo que no puede ser es inventarse reglamentos laborales fuera de la Cámara», señaló en referencia al decreto sobre el registro horario, y añadió que la CEOE está dispuesta a debatir sobre la jornada laboral, pero siempre «por sectores y en el marco del diálogo social».
Registro horario y SMI
Díaz parece no haber digerido bien el vaparalo que sufrió la reducción de jornada hace unas semanas. Apenas un día después del «no» del Congreso a su medida estrella, la vicepresidenta aprobó por decreto el endurecimiento del registro horario sin ningún tipo de trámite parlamentario.
Además, ha convocado al comité de expertos del Ministerio para abordar una nueva subida del salario mínimo interprofesional que, como ha ocurrido en años anteriores, podría acabar provocando fricciones con la patronal.