Red Eléctrica desnuda las causas del apagón al maniobrar de urgencia para evitar otro

Tras cinco meses de investigación, aún sin culpables oficiales, ha sido la maniobra de Red Eléctrica para evitar otro apagón lo que ha evidenciado los problemas que llevaron al cero total del 28 de abril. Así lo consideran varias empresas y expertos del sector energético consultados por El Debate.

Red Eléctrica, según se conoció el miércoles, cambiará temporalmente varios procedimientos de operación eléctricos para garantizar la estabilidad del suministro, después de dos semanas de variaciones bruscas de tensión, a pesar de que continúa operativo el modo de funcionamiento reforzado que aprobó tras el apagón.

A modo sucinto, los nuevos procedimientos obligarán a las centrales convencionales a reservar toda su capacidad para el balance del sistema, y establece limitaciones a la participación de las tecnologías renovables alargando sus rampas de subida o bajada. Todo ello con un sobrecoste para los consumidores cercano a los mil millones de euros.

Aunque Red Eléctrica quiso matizar posteriormente que «no hemos hablado de riesgo de apagón ni inminente ni generalizado, pese a que el documento, dado a conocer por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) recoge claramente que estas oscilaciones «pueden tener impacto en la seguridad del suministro». Y añade: «las variaciones rápidas de tensión registradas en estas dos semanas, aun estando siempre dentro de los márgenes establecidos, potencialmente pueden desencadenar desconexiones de demanda y/o generación que terminen desestabilizando el sistema eléctrico».

Una pista de la urgencia de la compañía que preside la ex ministra Beatriz Corredor por aplicar las modificaciones es que tan solo da cinco días para el trámite de audiencia pública a unos cambios que tendrán un importante impacto en el sector eléctrico.

«Lo que propone Red Eléctrica es una intervención del mercado de la leche. Básicamente, poner todas las centrales convencionales operativas (para controlar la tensión)», valora una fuente del sector. No solo eso, sino que el documento publicado por la CNMC incluso incluye, quizá por la premura, «algún tachón de Red Eléctrica» en la documentación anexa.

El documento viene a reconocer la incapacidad de Red Eléctrica para controlar el desembarco masivo de energías renovables impulsado por el Gobierno en los últimos años, con Teresa Ribera y después Sara Aagesen al frente de Transición Ecológica. Solo en un año se ha enchufado a la red el equivalente fotovoltaico a siete centrales nucleares, como informó este diario.

Las nuevas variaciones bruscas de tensión se producen además en un momento en el que las condiciones ambientales, de generación y de suministro, son muy similares a las de aquel 28 de abril –tiempo suave, poca demanda de aires acondicionados o calefacción y muchas horas de sol–. Además, como recoge El Periódico de la Energía, ha dos centrales nucleares paradas, Cofrentes y Almaraz 2.

«Está ocurriendo lo mismo que antes del apagón», apuntan fuentes del sector. Las medidas «son un reconocimiento de que no han hecho bien las cosas en el pasado», añade la misma fuente, que traslada que el sector ha acogido «con perplejidad» las prisas y el contenido de la modificación que propone Red Eléctrica.

«Durante meses, el operador de la red eléctrica española (y el gobierno) han estado postergando los problemas eléctricos del país. La culpa era de todos menos de ellos. Ahora, se necesitan medidas urgentes en cinco días; de lo contrario, ¿asumirá alguien su responsabilidad ahora?», se preguntaba ayer Javier Blas, influyente columnista energético de Bloomberg.

En el documento dado a conocer por la CNMC, Red Eléctrica relaciona las variaciones de tensión con «cambios bruscos de programa, en particular, de la generación renovable, así como con el tiempo de respuesta de la generación proveedora de control dinámico de tensión –las centrales convencionales, como la nuclear, las hidroeléctricas o el gas–».

El documento advierte del «crecimiento significativo de instalaciones conectadas mediante electrónica de potencia al sistema –evita aquí decir que estas instalaciones son eólicas y fotovoltaicas– y su elevada concentración en determinados puntos de este. Según Red Eléctrica la mayoría de instalaciones fotovoltaicas se concentran en Granada, Sevilla y Badajoz, provincias donde se iniciaron las oscilaciones que desembocaron en el apagón del pasado 28 de abril.

Además, añade que «la participación activa de estas tecnologías en los diferentes segmentos del mercado hace que se incremente la probabilidad de que se produzcan variaciones de su producción cada vez mayores». Son además tecnologías «que no regulan la tensión de manera continua».

Instalaciones fuera del control de Red Eléctrica

El sistema se ha vuelto además en pocos años mucho más complejo de gestionar, al pasar de pocas instalaciones síncronas (nucleares, hidroeléctricas y ciclos combinados de gas) a cientos o miles de pequeñas y medianas plantas eólicas y fotovoltaicas. Así lo reconoce también la justificación de Red Eléctrica para aplicar medidas de urgencia, al destacar que «al igual que se ha producido un incremento muy fuerte de las instalaciones de gran tamaño conectadas al sistema, se ha producido también un fuerte crecimiento de las instalaciones de pequeña potencia conectadas en tensiones bajas.

Estas instalaciones, fundamentalmente de autoconsumo, están fuera del radar de Red Eléctrica, «por lo que no puede anticipar su comportamiento». El pasado viernes, el Gobierno presentó un nuevo Real Decreto para continuar impulsando este tipo de instalaciones.

Por si fuera poco, el aumento del autoconsumo en la distribución ha provocado que la demanda neta en transporte sea mucho menor cuando hay un elevado recurso solar», apunta también Red Eléctrica.

El incremento en la penetración de las renovables ha sido impulsado por el Plan de Energía y Clima (PNIEC), la gran herramienta de estrategia energética del Gobierno. Esto, que ha tenido una vertiente positiva en el abaratamiento de la factura eléctrica, se vuelve ahora en contra al no haber ido acompañado por las adecuadas inversiones y preparación para su integración en el sistema, señalan los expertos.

«El crecimiento de la oferta está dentro de los objetivos del PNIEC, y está donde Red Eléctrica ha puesto los puntos de conexión», defiende, en declaraciones a El Debate, el presidente de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), José Donoso. El crecimiento de la oferta, detalla, está dentro de los objetivos del PNIEC (la estrategia energética del Gobierno), y las plantas están donde Red Eléctrica ha puesto los puntos de conexión».

Según Donoso, «lo que ha motivado más variabilidad en la entrada de renovables es la puesta en marcha del nuevo mercado cuarto-horario». El pasado 1 de octubre, el sistema mayorista pasó de ofrecer 24 precios al día a 96, al negociarse cada cuarto de hora en lugar de cada hora. «Esto ha hecho que cada 15 minutos una empresa se apague o se enciende», afirma.

El presidente de UNEF señala también al retraso en el almacenamiento, que ayudaría a complementar el funcionamiento de las renovables, y recuerda también que si, como señala Red Eléctrica, la fotovoltaica no puede controlar la tensión y ayudar a la estabilidad del sistema es porque la regulación no lo permite. «Nuestras plantas están preparadas desde 2017.

«La CNMC ya elaboró en 2021 el plan operativo, pero hemos estado esperando hasta el apagón», detalla. «El procedimiento 7.4 (que habilita a las renovables para controlar la tensión) se debió haber activado antes. En España se decidió esperar a que hubiera un sistema europeo homologado, pero Portugal y Andorra no han esperado. En España la diferencia entre la curva que debió seguir la tensión el 28 de abril y lo que pasó muestra una desviación muy importante. En Portugal, no tanto precisamente por esta posibilidad de las renovables. Además, llevamos ya años pidiendo que el almacenamiento se desarrolle, pero la caída del real decreto de julio aún hará que se retrase más», afirma Donoso.