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25 de abril de 2024

Imagen de la sospechosa captad por las cámaras de seguridad

Imagen de la sospechosa captada por las cámaras de seguridadEl Debate

Exclusiva

Los dos errores (de novato) que precipitaron la detención de los ladrones del robo del Atrio

El Debate accede al sumario judicial donde se enumeran los indicios contra los detenidos: a pesar de ser «especialistas» cometieron dos fallos bobos

En octubre de 2020, una tal Mirka Goluvic llamó por teléfono al restaurante-hotel Atrio de Cáceres para hacer una reserva. Ella y un acompañante querían cenar el martes 26 y después quedarse a dormir. El telefonista tomó nota del nombre de la mujer para la reserva y dejó apuntado su número de teléfono que también se reflejaba en la pantalla de la centralita.
El Debate ha tenido acceso al sumario judicial donde se afirma que desde ese número se llamó a otro: «En la franja horaria de las 02.13 horas hasta las 02:21 horas del 27 de octubre de 2021 justo en el momento en el que llevaba a cabo la sustracción de las botellas de vino del restaurante».
Ese fue el primer hilo del que tirar: los investigadores pidieron, con orden judicial, a la compañía Lycamobile que les informara de la titularidad de las dos líneas. Ambas estaban a nombre de un tal Florín Daniel, pero en cuanto rascaron un poco se percataron de que se trataba de una identidad ficticia.

El primer error

Esa vía de investigación llevaba a un callejón sin salida, pero los agentes no desfallecieron, nunca lo hacen. Investigaron el tráfico de llamadas del número con el que se hizo la reserva y dieron con los dos primeros errores de los presuntos ladrones. El primero fue que desde ese número de teléfono se llamó a uno de Correos donde se compran teléfonos de prepago.
Los policías rastrearon esa pista y llegaron hasta la sucursal donde acudió la mujer a comprar la tarjeta física. Visitó el lugar el 22 de octubre, sólo cinco días antes del robo en el Atrio. Pidieron las imágenes de seguridad y al revisar las grabaciones (las imágenes ilustran esta crónica) localizaron a una mujer idéntica a la que se veía en las cámaras del restaurante de Cáceres. El segundo error fue, al terminar de configurar el teléfono con el que se hizo la reserva, enviar a otro número un mensaje de prueba, para comprobar que funcionaba.
Robo en el Hotel Atrio

Robo en el Hotel AtrioPolicía Nacional | El Debate | Atrio

Al rastrear ese número los responsables de las pesquisas averiguaron que estaba a nombre de Priscila Lara, ciudadana de México: «Tras cotejar la fotografía del pasaporte de Priscila Lara, se aprecia que posee rasgos físicos muy similares a los de la imagen que consta de la mujer que se hospedó en el Restaurante Atrio bajo la utilización de un pasaporte falso a nombre de Mirka Goluvic y de las grabaciones obtenidas de las cámaras de seguridad del hotel Atrio así como de las video grabaciones de la oficina de Correos de San Sebastián de los Reyes donde se adquirió la tarjeta prepago empleada para el pago en el establecimiento».

Numerosos antecedentes

Los agentes introdujeron su nombre en la base de datos policiales y encontraron que Priscila «fue identificada por su implicación en un delito de hurto en el cual iba acompañada de un varón que resultó detenido, siendo la identidad de éste Constantin Gabriel Dumitru, nació en Países Bajos (…). La consulta de la imagen de Constantin en las bases de datos policiales lleva a los investigadores a un sorprendente avance en la investigación del robo sufrido en el Atrio; la fotografía de reseña de Dumitru coincide con la obtenida en las grabaciones de las cámaras de seguridad del Hotel Atrio y con la descripción que dieron los testigos sobre el varón que acompañaba a la mujer en la cena y que fueron los autores de los hechos».
Una vez que tenían la identidad del segundo sospechoso, introdujeron su nombre en el ordenador y de repente les apareció una larga ristra de antecedentes policiales: falsificación de placas de matrícula (2003), hurto (2003 y 2004), Robo con fuerza /2004), hurto (2007), malos tratos físicos (2010), hurto y lesiones (2017), hurto (2019, 2020 y 2021). Al revisar los atestados se encontraron con que estaba especializado presuntamente en el robo de botellas de vino de enorme valor económico.
La abogada de los sospechosos siempre ha asegurado que sus clientes nunca estuvieron en el Atrio la noche del robo y alega que las imágenes no se ven bien, que podrían ser otros. Sin embargo, Criminalística de Policía Nacional consiguió recoger ADN de ambos de la habitación en la que se alojaron esa noche. Es indicio termina de ponerle el lazo a una exquisita investigación que señala como autores a los dos detenidos que ahora se encuentran en prisión provisional. La única forma de que vean sus más que probables condenas sería devolver las botellas sustraídas. Dumitru, según fuentes penitenciarias, se vanagloria de que tiene escondidas las botellas más importantes, pero de momento ha decidido no colaborar.

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