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26 de abril de 2024

Calviño, Rodríguez y Bolaños en la rueda de prensa de este martes

Calviño, Rodríguez y Bolaños en la rueda de prensa de este martesEFE

Sensación de interinidad

El Gobierno intenta aparentar que no está en el tiempo de descuento sino en un paréntesis

El adelanto electoral ha instalado en el ambiente la sensación de que el Ejecutivo está de salida. Para combatir esa imagen está tomando decisiones que hipotecan al futuro gobierno

El ministro de la Presidencia tuvo que recordar este martes desde la sala de prensa del Consejo de Ministros que el Gobierno sigue teniendo plenos poderes ejecutivo, como hasta ahora. «El margen que tiene el Gobierno es total. Puede tomar decisiones. El Gobierno solo está en funciones una vez celebradas las elecciones», señaló Félix Bolaños.
El adelanto electoral no solo ha cortado de cuajo una legislatura a la que le quedaba medio año, sino que ha instalado en el ambiente la sensación de que éste es un Ejecutivo en el tiempo de descuento, a punto de traspasar las carteras a Alberto Núñez Feijóo y su equipo. La derrota del PSOE el 28 de mayo y las encuestas publicadas tras la convocatoria de las elecciones generales han acentuado esa percepción, que solo los españoles podrán corroborar o refutar con su voto.
El Gobierno trata de luchar contra la imagen de interinidad que proyecta. Trata de aparentar que los comicios de julio no son el final del camino, sino un paréntesis obligado. Aunque ello suponga tomar decisiones que hipotecan al futuro gobierno. De ahí que el Consejo de Ministros aprobara este martes la adenda del Plan de Recuperación para enviárselo a la Comisión Europea, aun cuando España tenía de plazo hasta el 31 de agosto para hacerlo.
Es decir, Pedro Sánchez podía haber esperado a conocer el desenlace de las elecciones para no comprometer al gobierno que salga de las urnas, por si quien lo preside es Feijóo y no él. Sobre todo, teniendo en cuenta que, de los 94.300 millones de euros que el Ejecutivo ha solicitado a la UE en esta segunda fase, 84.000 millones son préstamos que hay que devolver. Y solo 10.300 millones son transferencias.
Preguntada al respecto, la vicepresidenta económica lo justificó así: «Es muy importante no frenar el despliegue de las inversiones. Por responsabilidad enviamos este proyecto para que cuanto antes tengamos el dinero», señaló Nadia Calviño. No obstante, la número dos de Sánchez aclaró que la Comisión Europea tiene dos meses de plazo para responder a España, ampliable a un tercero. «De manera que, si hay que hacer ajustes, se podrán hacer después de las elecciones. No sería responsable no enviarlo», añadió. No obstante, la vicepresidenta económica mostró su «convicción» de que hay sanchismo para largo después del 23-J: «Seguiremos gobernando», afirmó.

El nuevo decreto ley que está al caer

A la adenda al Plan de Recuperación se unió ayer el nombramiento del nuevo director del Museo Reina Sofía, Manuel Segade. Y, sobre todo, otra decisión in extremis que el Gobierno dejará en herencia: el nuevo decreto anticrisis que el Consejo de Ministros deberá aprobar antes del 30 de junio, en plena precampaña electoral. Porque es cuando vencen las medidas del anterior, aprobado el 27 de diciembre. Entre ellas, la supresión del IVA de los alimentos de primera necesidad que hasta entonces lo tenían al 4 %, rebajas en los impuestos de la electricidad y el gas y bonificaciones en el transporte público, tanto urbano como interurbano.
La Diputación Permanente del Congreso

La Diputación Permanente del CongresoCongreso

La Diputación Permanente del Congreso (el órgano de guardia fuera del periodo ordinario de sesiones o cuando las Cortes están disueltas) tendrá que convalidar ese futuro real decreto en el plazo de un mes, porque si no decaería. Es decir, a lo largo de julio: o justo antes de las elecciones, coincidiendo con la campaña, o justo después. Según fuentes del Ministerio de Economía, la decisión aún no está tomada.
Esa misma Diputación Permanente se reúne este miércoles para convalidar el decreto ley que el Consejo de Ministros aprobó el último día de la precampaña de las pasadas elecciones municipales y autonómicas, y que supuso un manguerazo de 2.190 millones de euros para paliar los efectos de la sequía. Éste constituye el decretazo número cuatro del año, el número 95 de la legislatura y el número 138 desde que Sánchez llegó al poder, en junio de 2018.
En la comparecencia de este martes en la Moncloa, la vicepresidenta Calviño dijo estar segura de que, una vez superado el examen de las urnas, los socialistas podrán retomar proyectos de ley que han quedado paralizados por la disolución de las Cortes. Entre ellos, la reforma del sistema de pensiones y la ley de obliga a las grandes empresas y a los órganos constitucionales a una representación paritaria.
A su lado, Bolaños instó a Feijóo a aclarar si su proyecto político solo consiste en «derogar el sanchismo» o si realmente tiene propuestas constructivas para el país. Pocas licencias más se concedieron él y la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, en la rueda de prensa: perfil bajo porque saben que la Junta Electoral Central no les quita ojo: en las semanas previas a los pasados comicios, la JEC abrió dos expedientes sancionadores a la portavoz y le apercibió otras dos veces por hacer electoralismo desde la Moncloa. También tuvo que apercibir a la vicepresidenta Teresa Ribera.
En los últimos días, la Comisión Europea ha preguntado al Ejecutivo de Sánchez si las elecciones interferirán en el desarrollo de la Presidencia española de turno, puesto que podría haber cambio en la Presidencia del Gobierno durante ese semestre. El propio Sánchez se reunió el lunes con el primer ministro de Suecia, Ulf Kristersson, el país que cederá el testigo a España el 30 de junio. «No hay ningún riesgo de que no se pueda cumplir con todos los objetivos que nos habíamos marcado antes de la convocatoria de las elecciones», señaló él mismo en una comparecencia conjunta.
No obstante, la semana pasada Sánchez accedió a retrasar su comparecencia en el pleno del Parlamento Europeo para presentar los ejes de la Presidencia española. Ésta estaba inicialmente prevista para el 13 de julio, pero los populares europeos protestaron. Finalmente la cita será en septiembre. Con o sin él en la tribuna.
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