El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha roto este sábado el silencio que guardó durante la investidura fallida del 'popular' Alberto Núñez Feijóo, pese a las constantes apelaciones de éste, en un acto en el que ha garantizado que habrá un nuevo Gobierno socialista los próximos cuatro años aunque sin decir a qué precio.
Sánchez ha dado este mitin 24 horas después de la investidura fallida de Feijóo, que aspiraba a sucederlo en la Moncloa; en el mismo lugar, La Rinconada (Sevilla), donde Zapatero cerró la campaña electoral del PSOE para el 23-J en Andalucía, que Sánchez no pisó durante este periodo, y una vez conocida la condición sine qua non del separatismo catalán para su investidura: el referéndum de independencia.
A Esquerra Republicana (ERC) y Junts, el partido del prófugo Puigdemont, no les basta con la amnistía, quieren el referéndum, midiendo cuánto está dispuesto a tragar Pedro Sánchez para ser investido presidente. Un Sánchez que recibirá este próximo martes por parte del Rey el encargo de intentar la investidura y que necesita los síes de los partidos separatistas para permanecer en la Moncloa.
El presidente del Gobierno en funciones, que ha recibido gritos de «sinvergüenza» y «traidor» desde fuera del recinto rinconero de El Abrazo, ha afirmado que después de la investidura fallida de Feijóo tiene «más ganas, más fuerzas y más argumentos que nunca» para formar un nuevo Gobierno «progresista», y ha defendido que «hoy en España hay más concordia gracias al diálogo del Gobierno de coalición progresista».
El PSOE va a trabajar para una «investidura real», por cuatro años más de «convivencia y concordia», según Sánchez, que ha acusado a Feijóo de «retorcer» el mandato del Rey, la actividad parlamentaria del Congreso de los Diputados y la Constitución «para atrincherarse como líder del PP». «Vamos a poner todo nuestro esfuerzo para que haya una investidura real y cuatro años más de gobierno progresista», ha dicho.
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Por otro lado, el presidente del Gobierno en funciones ha avanzado que los socialistas van a proponer una reforma del Estatuto de los Trabajadores para que el salario mínimo interprofesional sea todos los años el 60 % del sueldo medio en España; a «llenar» la «hucha de las pensiones» con 5.000 millones de euros cada año, y una ley de paridad «para que haya un 50 % de poder económico y político en manos de las mujeres».
Éstos han sido los anuncios de Sánchez, que también ha celebrado que no habrá en España un Gobierno de PP-Vox, sino «un Gobierno progresista». Sin embargo, ha evitado referirse a las exigencias de sus socios separatistas para hacerlo de nuevo presidente. «Hoy no empieza nada, hoy continúa todo, y lo que continúa es nuestra causa, la causa de la mayoría social de nuestro país», ha concluido.