cal escaño jauregui

Momento en que el diputado de HB en el Parlamento Vasco, Mikel Zubimendi, arrojaba cal sobre el escaño vacío de Jáuregui (PSE)

Otros ejemplos de doble moral en la izquierda: el zapatazo a Rato o echar cal sobre el escaño de Jáuregui

El PSOE ha presentado este viernes una denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE) por la piñata que simbolizaba a Pedro Sánchez colocada frente a la sede de los socialistas en Ferraz y que algunos manifestantes aporrearon el pasado 31 de diciembre. Sigue así alimentando la polémica sobre un posible delito de odio y dejando una vez más al descubierto la doble moral con la que actúa la izquierda según de dónde vengan determinados actos.

A los ejemplos del puñetazo de Beiras sobre el escaño de Alberto Núñez Feijóo, o los golpes con un bate de beisbol a unas figuras de Isabel Díaz-Ayuso y Santiago Abascal durante una celebración LGTB, de la hemeroteca parlamentaria se suman ahora otros dos momentos protagonizados por nacionalistas en independentistas catalanes y vascos que no tuvieron ninguna clase de repercusión.

En el año 2013, durante la celebración de una comisión de investigación en el Parlamento de Cataluña en la que declaraba Rodrigo Rato, David Fernández, diputado de la CUP, amenazó al expresidente de Bankia con tirarle un zapato aunque no lo hizo de forma de directa, sino que utilizó una comparación con un castigo típico en Irak.

«¿Sabe lo que hacen en Irak con esto, como símbolo de humillación y desprecio al poder del poder?», espetó el diputado de la CUP mientras se quitaba una de sus sandalias bajo el escaño y la ponía a la altura de su cabeza. Fernández continuó con su perorata para terminar preguntándole al expresidente de Bankia si tenía miedo, a lo que Rato respondió con otra pregunta casi sin pensarlo: «¿De usted?».

Mucho antes, en el año 1995, cuando ETA continuaba en activo, un diputado del Parlamento Vasco de Herri Batasuna y exdirigente de la banda terrorista, Mikel Zubimendi, conocido como Mikelón, protagonizó un gesto que le granjeó cierta notoriedad. Ocurrió durante una sesión en la cámara regional en la que se habló de los GAL en el que además se debatía una proposición no de ley para pedir la inmediata excarcelación de los presos.

Tras su intervención en el estrado de oradores, en el que había colocado dos fotografías de dos etarras fallecidos -José Antonio Lasa y y José Ignacio Zabala-, Zubimendi se acercó hasta el escaño vacío del socialista Ramón Jáuregui, entonces consejero vasco de Justicia, y arrojó una bolsa de cal asegurando que era «un mensaje para el justiciero Jáuregui», al que además acusó de ser «conocedor de las consecuencias de la aplicación de cal viva en los cuerpos humanos».

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