Fundado en 1910
José Luis Rodríguez Zapatero junto a la vicepresidenta Montero y varias ministras

José Luis Rodríguez Zapatero junto a la vicepresidenta Montero y varias ministrasEFE

El victimismo socialista

El PSOE se enreda en su negacionismo en un Congreso a la defensiva

Los socialistas hacen una exhibición de resistencia contra una supuesta conjura de la derecha política, judicial y mediática. «Ya está bien de bulos y mentiras», resume Patxi López

En la moqueta roja del 41º Congreso Federal del PSOE dos delegadas del PSOE-M compartían sus penas. «Es la tormenta perfecta», lamentaba una de ellas. «Qué sensación de indefensión, qué puñetera vergüenza», respondía la otra.

El cónclave que los socialistas celebran en Sevilla se parece más a una reunión de negacionistas. A una terapia de grupo. A una exhibición de resistencia contra una supuesta conjura de la derecha política, judicial y mediática. A una especie de exorcismo colectivo. Pero lo que ronda al PSOE no son demonios, sino causas judiciales y personas de carne y hueso: José Luis Ábalos, Koldo García, Víctor de Aldama, Juan Lobato.

Nombres de innombrables que, sin embargo, estuvieron ayer y seguirán estando este sábado en boca de todos en los pasillos del Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla. Parecía que, forzando la dimisión del líder del PSOE-M antes del viernes, la tormenta escamparía; pero nada más lejos de la realidad. Los whatsapps de Pilar Sánchez Acera (ergo, de la Moncloa) que Lobato enseñó al juez y la publicación de un vídeo de Aldama celebrando la victoria del PSOE en las generales de 2019 en Ferraz trajeron nuevos nubarrones. Llovió sobre mojado.

Nadie quería hablar de Lobato ante las cámaras. Todo evasivas. «Hoy llegamos con unión, vais a ver a todos los socialistas madrileños unidos (…). Hoy no toca hablar de la Federación de Madrid», llegó a decir la portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, Reyes Maroto. Tampoco del vídeo de Aldama en la sede de Ferraz, que la ministra de Ciencia y líder del PSPV, Diana Morant, menospreció tildando de «imágenes de pasillos». Nada comparable, según Morant, con la «amistad» de Alberto Núñez Feijóo con un narcotraficante. Sí, hasta Sevilla también se llevó el PSOE a Marcial Dorado, al que Pedro Sánchez desempolvó por enésima vez dos días antes en su comparecencia en el Congreso.

María Jesús Montero, junto a Juan Espadas y Santos Cerdán

María Jesús Montero, junto a Juan Espadas y Santos CerdánEva Ercolanese/ PSOE

En las conversaciones de pasillo, los socialistas se retroalimentaban en su teoría de que esto es una cacería contra un Gobierno democrático, adoptando una actitud victimista, metidos en su cascarón. «Qué poco nos conocen. Los bulos, las persecuciones, los insultos solo nos reafirman en nuestro compromiso con la justicia social. El 41º Congreso Federal será otro Congreso de reafirmación y éxito para todos los socialistas», señaló el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Rafael Simancas.

«Fango», «bulos de la derecha y la ultraderecha». Todo mentira, repetían y se repetían a sí mismos. «Ya está bien de bulos y mentiras. Nadie pone una prueba encima de la mesa. ¿Para qué?», se quejó el portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, aun cuando La Sexta había publicado solo unas horas antes un vídeo del «nexo corruptor», como llama la UCO a Aldama, en la sede de Ferraz.

Fuentes del PSOE denunciaron que el juez del Tribunal Supremo Ángel Hurtado solo tardó cuatro días en tomar declaración a Lobato (desde que el lunes estalló la polémica) y que, sin embargo, la del novio de Isabel Díaz Ayuso sigue pendiente. Alberto González Amador debía declarar este viernes en la causa instruida contra el fiscal general del Estado, pero el pasado 11 de noviembre su abogado consiguió que se pospusiera, de momento sin fecha: hasta que la Audiencia Provincial de Madrid resuelva un recurso de González Amador contra la apertura de una pieza separada por la supuesta comisión de otros posibles delitos.

«Uno no debe desviarse de lo importante», advirtió con impotencia María Jesús Montero, intentando devolver el foco a donde el PSOE quiere colocarlo: «La pareja de la señora Isabel Díaz Ayuso mintió y Ayuso también», añadió.

La vicepresidenta primera y vicesecretaria general del PSOE se paseó por el Congreso Federal durante todo el día, haciéndose fotos con los militantes e invitados, levantando el ánimo colectivo. Igual que cuando Sánchez se borró del mapa cinco días en abril para «reflexionar» y ella tiró del carro, poniéndose al frente de aquellos que coreaban en Ferraz «Pedro, quédate». Fue Montero quien entregó un premio honorífico a la histórica socialista Amparo Rubiales, a la que hace un año empujaron a dimitir como presidenta del PSOE de Sevilla por llamar «judío nazi» al popular Elías Bendodo. Otra contradicción para un Congreso Federal lleno de ellas.

El presidente no se dejó ver por el Palacio de Congresos y Exposiciones en todo el día, aunque llegó a Sevilla en AVE a la hora de comer. Así que estar, estaba. La sede vacante la ocupó el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, aclamado por los asistentes como no lo fue, ni de lejos, ningún ministro. «Aquí no vale ni una queja, nada. A convencer, a trabajar y a ganar, ése es nuestro destino», pidió Zapatero a sus compañeros, que durante todo el día no habían hecho otra cosa que quejarse por lo indefensos que están ante «la conjura».

comentarios
tracking