
El inmueble que José Luis Ábalos tiene a su nombre desde hace dos décadas en Chimbote (Perú)
Exclusiva
Ábalos tiene a su nombre un chalet en Perú de 1,2 millones que se construyó con fondos públicos para proyectos benéficos
El Debate ha viajado hasta el país andino para localizar la vivienda y publica hoy un amplio reportaje de investigación que acredita que el exministro la tiene escriturada a su nombre
El exministro de Transportes, José Luis Ábalos, tiene a su nombre un chalet en Perú valorado en 1,2 millones de euros. El Debate ha viajado hasta el país andino para localizar el inmueble y hoy publica en exclusiva un amplio reportaje de investigación que acredita que el exministro cuenta con patrimonio inmobiliario en el extranjero desde hace dos décadas. La vivienda, que en estos momentos se encuentra cerrada, fue construida con subvenciones públicas destinadas a proyectos benéficos. La revelación de este periódico se produce tres días antes de que Ábalos tenga que volver a declarar en el Tribunal Supremo y en plena investigación por parte de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.
La vivienda de Ábalos en Perú se encuentra en la ciudad de Chimbote, al norte del país, muy cerca de la Isla Blanca, conocida por sus playas de arena blanca y aguas cristalinas. Se trata de un inmueble que tiene una superficie de 900 metros cuadrados repartidos en dos plantas. Según la nota simple del chalet, obtenida en la Oficina Registral de Chavín, la casa está inscrita con el número 33.440 y los dueños son el exministro y el empresario valenciano Manuel Valls Ferrer, ya fallecido. Sin embargo, Ábalos nunca ha declarado la existencia del inmueble en ninguna de sus declaraciones de bienes del Congreso de los Diputados, a lo que estaba obligado.

Nota simple del inmueble peruano donde se acredita que Ábalos es el dueño del chalet
La documentación a la que ha tenido acceso este periódico refleja que Ábalos firmó la compraventa del terreno donde posteriormente se construyó la vivienda en la notaría de Bernabé Zúñiga Quiroz, en Chimbote, el 19 de julio de 1998. Es decir, hace veintiséis años. Para llevar a cabo la operación inmobiliaria, el exministro, en ese momento asesor del PSOE en el Ayuntamiento de Valencia, usó su DNI, que acaba en «99». El que fuera titular de Transportes recurrió a esta forma de identificarse que no tiene ninguna validez en Perú al ser solo válida en España en vez de usar el pasaporte para evitar dejar rastro de la transacción económica. Ábalos entró al país andino como turista y, por lo tanto, no podía hacer ningún negocio. De esta forma, al salir eludía el control del acuerdo al cruzar la frontera.
El chalet fue construido con fondos de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), dependiente del Ministerio de Exteriores. El Debate ha tenido acceso a un documento oficial de la Embajada de España en Perú que acredita que la vivienda fue edificada con dinero público destinado a la realización de proyectos benéficos. El exministro cobró estos fondos a través de Fiadelso, una ONG fundada por él mismo, pero en vez de destinar la vivienda a las personas desfavorecidas que eran las beneficiarias de la subvención, se la quedó él. El exministro alegó en su momento que ponía el inmueble a su nombre para agilizar los trámites burocráticos pero que se comprometía a donarlo cuando finalizaran las obras. Para ello, firmó un acta de compromiso que nunca cumplió.

La AECID pagó la construcción de la vivienda de Perú que está a nombre de Ábalos
En total, el importe de la contribución para la construcción del inmueble que a día de hoy está a nombre de Ábalos fue de 107.931,67 euros, aunque posteriormente se sumaron 38.972,64 euros más para «mejoras de las condiciones de salud y saneamiento básico». Estos fondos, otorgados en 1998, fueron dados desde Exteriores y a su vez inyectados por el Ejecutivo de Castilla-La Mancha, en ese momento presidido por el socialista José Bono, la Diputación de Valencia, la entidad Fons Valencià per la Solidaritat y por los ayuntamientos de Santa Pola y Liria, ambos gobernados por el PSOE en el momento en que se aprobaron la adjudicación de las ayudas. En total, 150.000 euros para una vivienda que a día de hoy se ha revalorizado y cuenta con una tasación de 1,2 millones como consecuencia del paso del tiempo, el lugar estratégico donde se localiza y la calidad de los materiales que se usó para su construcción.
Ha desahuciado a los beneficiarios
Las obras comenzaron en 2002 y la edificación comenzó a usarse en 2005. Durante más de diez años, los beneficiarios de la subvención, la Asociación de Vivienda de Trabajadores Marítimos y Portuarios de Chimbote Miguel Grau, usaron las instalaciones. Todo cambió justo después de que Ábalos fuera nombrado ministro. El 23 de mayo de 2019, una ciudadana peruana llamada Jénifer Balta Cueva fue a una comisaría de Policía de Chimbote para denunciar a los receptores de la ayuda porque, según su testimonio, usaban desde hacía más de diez años una vivienda que no era suya. Esta persona alegó ante los agentes que «el inmueble es de José Luis Ábalos Meco» y que ella era su representante en el país andino.

Ábalos declaró en el Consulado de Perú en Madrid que es el dueño del chalet de Chimbote
Cinco días después del incidente, Ábalos acudió a toda prisa al Consulado de Perú en Madrid y autorizó a Balta para que gestionara la vivienda en su nombre y procediera a las acciones legales para desahuciar a los beneficiarios de la subvención. En el acta notarial, el exministro se identificó ante Lucía Carolina Cáceres Ramírez, en ese momento cónsul, como el propietario del chalet pero, sin embargo, ocultó su condición de ministro, asegurando que su profesión era la de «profesor».
Tampoco facilitó su domicilio real, en ese momento un chalet ubicado en el barrio madrileño de El Viso, propiedad del Estado, y afirmó residir en un piso de Valencia. Ya con el poder, la representante del exministro denunció a los receptores de la ayuda por allanamiento de morada y se abrió un procedimiento judicial contra ellos. Si bien la Fiscalía solicitó su archivo al quedar acreditado que los moradores fueron los beneficiarios de la ayuda benéfica que se adjudicó desde España para construir el chalet, el juez acordó la imputación de dos de los receptores, que continúan siendo investigados en la actualidad, y se procedió a su desalojo. Desde entonces, los miembros de la asociación se encuentran en la calle.
En paralelo a estos hechos, el magistrado del Supremo Leopoldo Puente ha solicitado a la UCO que investigue tanto las cuentas bancarias como las propiedades de Ábalos, entre las que, desde ahora, se encuentra el inmueble peruano descubierto por este periódico. El exministro tendrá que acudir a declarar este jueves como imputado. Su Señoría decidirá si le impone alguna medida cautelar, como el decreto de su ingreso en prisión, la retirada del pasaporte o comparecencias periódicas o, por el contrario, continúa como hasta ahora sin ninguna restricción. Ábalos aseguró en una primera conversación con El Debate que «no tengo inversión alguna en ningún país de Hispanoamérica». Tras insistir por parte de este periódico, posteriormente reconoció la existencia de la vivienda en Chimbote y afirmó que «hay okupas que se lo quieren quedar». También que cuenta con «una persona que está gestionando la cesión a la municipalidad» coincidiendo con la investigación patrimonial que le está haciendo la UCO.
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