Álvaro García Ortiz, fiscal general del Estado, comparece en el Senado
Tribunales
El PP carga contra García Ortiz en el Senado: «Su continuidad como fiscal general es una anormalidad democrática»
La portavoz del Partido Popular, María José Pardo, ha detallado todas las polémicas y maniobras del todavía titular del Ministerio Público, con especial atención a su imputación en el Supremo por desvelar información confidencial del novio de Díaz Ayuso
El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, se ha sentado en el Senado, a las 16.00 horas de este martes en la Comisión de Justicia del Senado para presentar la Memoria anual de la Fiscalía referida a 2023. La primera vez que García Ortiz acudía a sede parlamentaria desde que el Tribunal Supremo (TS) le imputó por un presunto delito de revelación de secretos contra Alberto González Amador, pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
El trago ha sido amargo para el máximo representante del Ministerio Público que, a petición de la presidenta de la Comisión de Justicia de la Cámara Alta, Yolanda Ibarrola, del Partido Popular acudía para rendir cuentas de su gestión. La intervención de la senadora del Partido Popular, María José Pardo, no ha dejado ni una sola vía de escape para un fiscal general que, en palabras de Pardo, «hace tiempo» que no debería seguir en su cargo.
«Si tuviese la más mínima dignidad y un mínimo respeto a la Institución que representa» ya habría «dimitido», afeaba la popular, al tiempo que apelaba a su salida «por salud democrática» dado que, desde que se conocieron sus maniobras en el caso que afecta a la filtración de datos de un ciudadano particular, García Ortiz está «dinamitando la Institución que representa».
De nada han servido los intentos del máximo responsable de la Fiscalía por asegurar que su labor va «intrínsecamente unida» a la «labor de la misma». Desde la bancada del PP se han empleado a fondo para recordarle que es «el fiscal de Pedro Sánchez». «¿Por eso no le dejan a usted dimitir señor García? ¿Es usted el protector del número 1?», preguntó la senadora Pardo.
Para acto seguido afearle como una «indecencia» que «el garante de la legalidad, quien debe perseguir el delito» esté siendo «investigado por presuntamente cometerlo». No en vano, Pardo subrayó en su intervención frente a García Ortiz que es el «primer fiscal general del Estado» imputado ante el Supremo en la historia de España. Y, pese a ello, capaz incluso de desacreditar al magistrado instructor del Alto Tribunal que le investiga, el veterano Ángel Hurtado, al que García Ortiz acusó de tener un juicio «predeterminado» en su caso.
En lugar de «colaborar» con la Justicia, remataba Pardo, «borró» todos los mensajes de Whatsapp de su teléfono móvil, «no una, sino dos veces» el mismo día que supo que el Supremo «abría» la causa especial contra él; «cambió» de terminal, cinco días después y eliminó su «cuenta de gmail» en la que pidió recibir el expediente completo de González Amador, con el objetivo de «destruir a una adversaria política». «¿Puede decirnos en qué artículo del Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal se encomienda la función de desmentir bulos para que no nos ganen el relato?», incidía la senadora popular en tono crítico.
Además, la política gallega, no dudaba en reprocharle su papel «al servicio del Gobierno» en otros escándalos judiciales recientes: la prescripción de la causa contra los cerebros etarras tras el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco; el «carpetazo» en el proceso contra Arnaldo Otegi; sus reiteradas negativas a informar al Senado, desde el Consejo Fiscal, sobre la Ley de Amnistía, o la instrucción dada a los fiscales para aplicar sin fisuras la fatídica Ley del 'sí es sí'.
