
El exministro José Luis Ábalos
La hipocresía socialista
El PSOE pontificaba sobre abolir la prostitución mientras Ábalos se citaba con Jessica cerca de Ferraz
La declaración de ella es una carga de profundidad contra el feminismo que pregonan y del que presumen los socialistas, mudos ante las correrías de su ex número dos. Además, en vísperas del 8-M
Habían pasado poco más de cuatro meses desde que José Luis Ábalos defendió en la tribuna del Congreso la moción de censura contra Mariano Rajoy, en la que acusó a los populares de crear «un verdadero círculo perfecto de corrupción, encubriéndola con tretas y artimañas», cuando el ya ministro de Transportes y Jessica empezaron su relación.
Así lo contó ella misma el jueves en su declaración ante el juez, plagada de minas. Un testimonio ante el que el Gobierno y el PSOE han dado la callada por respuesta, en vísperas de que vicepresidentas, ministros y dirigentes del partido vuelvan a manifestarse detrás de la pancarta del Día Internacional de la Mujer.
La declaración de Jessica es una carga de profundidad contra el feminismo que pregonan y del que presumen los socialistas. De hecho, mientras el PSOE pontificaba sobre abolir la prostitución, su secretario de Organización ponía un piso a Jessica en la Plaza de España, en el que la visitaba a escondidas y frecuentemente. Lo eligió allí precisamente por cercanía a la sede de Ferraz, que está a menos de un kilómetro.
En diciembre de 2018, semanas después de que Ábalos empezara su relación extramatrimonial, el PSOE puso por primera vez en su agenda política la abolición de la prostitución. El partido registró en el Congreso una proposición no de ley instando al Gobierno a «erradicar la prostitución y la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual» mediante la aprobación de una ley integral. La iniciativa denunciaba: «La prostitución y la trata para la explotación sexual de mujeres son las manifestaciones más crueles y violentas de la desigualdad».
Jessica Rodríguez, a su llegada al Supremo el jueves
Después llegaron las elecciones generales de abril de 2019. Ábalos coordinó la campaña electoral del PSOE. Sánchez concurrió a esos comicios con un programa electoral en el que prometía trabajar «para abolir la prostitución y erradicar la trata de seres humanos con fines de explotación sexual, favorecer la dignidad de las mujeres, garantizar alternativas y terminar con las redes y las mafias que se lucran con la esclavitud».
El PSOE fue incapaz de formar gobierno y las elecciones se repitieron en noviembre. Entre medias, Ábalos, siendo ministro en funciones, llevó a Jessica a varios viajes oficiales: a Moscú en agosto, a Abu Dabi en octubre, a Londres en noviembre... Siempre en calidad de asesora.

El Debate accede a la declaración íntegra
Jessica hizo «15 o 20 viajes oficiales» con Ábalos, que era el que «siempre lo pagaba todo»
En su nuevo programa electoral, los socialistas se reafirmaron en su compromiso: «Impulsaremos medidas encaminadas a la abolición de la prostitución: incluyendo una ley integral contra la trata con fines de explotación sexual, para sancionar penalmente a quienes contribuyan o se beneficien de la prostitución ajena, sancionando la demanda y la compra de prostitución».
En plenas negociaciones para la investidura de Sánchez, Ábalos apuró el año 2019 con Jessica en Sevilla, ciudad a la que viajó el entonces ministro para levantar acta de defunción de la autopista Cádiz-Sevilla, que pasó a ser gratuita.
En 2022, ya con Ábalos fuera del Gobierno y de la cúpula del PSOE pero sentado en la bancada socialista, el Grupo Parlamentario Socialista registró en el Congreso una proposición de ley orgánica para prohibir el proxenetismo en todas sus formas y castigar penalmente a los demandantes de sus servicios. Uno de los agravantes que proponían para la reforma del Código Penal era: «Cuando el culpable se hubiera prevalido de su condición de autoridad, agente de ésta o funcionario público». Después de mucho tira y afloja con Unidas Podemos, la legislatura acabó con el adelanto de las elecciones generales y la propuesta quedó en un cajón.
En mayo de 2024, el PSOE trató de desencallar la iniciativa, pero se topó con el rechazo de Sumar y de sus socios parlamentarios a su sola toma en consideración. Ábalos participó en aquella votación ya como diputado del Grupo Mixto, tras su expulsión del Grupo Socialista. Y votó a favor de su tramitación, junto con sus excompañeros del PSOE. «Todos los partidos se han retratado hoy en el Congreso. Las socialistas somos las únicas que nos hemos mantenido firmes en la defensa de los derechos, la dignidad y la libertad de las mujeres. Seguiremos trabajando para abolir la prostitución y el gran negocio del proxenetismo», declaró la ministra de Igualdad, Ana Redondo, mostrando su indignación.
La propia Redondo declaró esta semana que en política hay que ser «ejemplares e intachables». Pero se refería a los casos de Juan Carlos Monedero e Íñigo Errejón. De Ábalos, ni una palabra. Para la hemeroteca quedan estas declaraciones de Ábalos a Risto Mejide: «Estoy absolutamente en contra de la explotación sexual de las mujeres, pero también de los hombres. Me da asco que alguien no tenga otro recurso más que entregarse a una relación que de normal no lo haría». «¿Alguna vez has pagado por sexo?», le preguntó el presentador. «Pero vamos a ver. Yo, afortunadamente, no he necesitado recurrir a eso, y entre otras cosas te diré: no me produce ninguna satisfacción saber que están por mí solo por dinero», zanjó él.